El gobierno de México iniciará la negociación de un tratado de libre comercio con Turquía y otro con Jordania en agosto, los cuales, una vez aprobados, permitirán a este país consolidar su presencia económica en el norte de África y el Medio Oriente.

 

Lo anterior lo dijo el secretario de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade, durante una reunión con medios de comunicación.

 

“En ambos casos habrá rondas de negociación, específicamente durante el mes de agosto, y eso permitirá que México pueda empezar a consolidar un acceso a un mercado importante tanto en la parte del norte de África como en la parte del Medio Oriente”, señaló.

 

El canciller afirmó que México busca aprovechar la capacidad manufacturera que ambos países ofrecen, al mismo tiempo permitirá a Turquía y Jordania tener un acceso a Norteamérica, Centroamérica y Latinoamérica.

 

Gracias a las relaciones con esos dos países, agregó, México podrá acceder a mercados en el Medio Oriente, cuya región tiene un perfil productivo muy importante, especialmente en el sector energético, además de que está tomando cada vez más relevancia en los espacios comerciales.

 

 

Espacios de oportunidades

 

“Dentro de esta estrategia general de acercamiento a países y regiones relevantes en el contexto del G20, una incursión de México para fortalecer su presencia económica y de diálogo con el Medio Oriente era importante, y dentro de esa estrategia de acercamiento, además de los países de la península arábiga, acercamientos con Turquía y con Jordania nos abren espacios de oportunidad interesantes”, expuso.

 

Meade detalló que en el caso de Jordania, México está interesado en los temas de expediente médico-electrónico y la producción de diferentes elementos de apoyo a la industria militar, como la actualización del equipo en helicópteros y la producción de algunos vehículos que podrían servir en América Latina.

 

Además, en el tema migratorio, Meade dijo que México y Jordania pueden compartir los retos que ambos países enfrentan en materia de refugiados.

 

Si bien México y Turquía tienen una infraestructura y un perfil manufacturero similar, ambas naciones tienen acceso a diferentes mercados, por lo que buscan aprovechar las experiencias, conocimientos y oportunidades que cada uno de los países ofrecen.

 

“(Turquía y México) son puente entre diferentes regiones. Turquía lo es respecto de Europa, África, Medio Oriente; México lo es respecto de Norteamérica, Latinoamérica, Centroamérica y el Caribe. En los dos casos hay oportunidad de aprovechar experiencias y conocimientos para que México pueda usar la plataforma de acceso a esos mercados y Turquía la posibilidad de usar a México también como plataforma de acceso”, explicó.