BUENOS AIRES. La presidenta argentina, Cristina Fernández, recibió hoy a los integrantes de la selección y los felicitó por defender “con dignidad, orgullo y con capacidad” los colores del país en el Mundial de Brasil, en el que quedaron subcampeones tras caer en la final con Alemania.
“Ayer sentí un inmenso orgullo como presidenta de los 40 millones de argentinos“, dijo Fernández al equipo dirigido por Alejandro Sabella en el predio de la Asociación de Futbol Argentino (AFA) en Ezeiza, unos 35 kilómetros al suroeste de Buenos Aires.
La mandataria, quien confesó no haber visto ningún partido, elogió al combinado albiceleste por ser “unos verdaderos leones” en el terreno del juego y demostrar que “con garra, con equipo, con pasión, se pueden lograr triunfos”.
Fernández recordó que muchos aficionados argentinos “no daban ni 20 mangos” por el equipo, pero hoy se acercaron hasta Ezeiza para homenajearlos porque “les habían tapado la boca” y elogió especialmente al portero, Sergio Romero: “Mirá vos el suplente, atajó los dos penales que nos permitieron pasar a la final y ser subcampeones”.
“Han brindado un ejemplo, han vuelto a generar valores y sentimientos que los argentinos creíamos olvidados”, concluyó la jefa de Estado, quien dijo que ella y los 40 millones de argentinos sintieron que “habían ganado el partido“.
Sabella reiteró sentirse “muy orgulloso” por el plantel y señaló que “dejaron la piel, el alma en cada jugada, en cada partido”.
Por su parte, el astro de la selección, Lionel Messi, agradeció el cálido recibimiento de los argentinos y lamentó la derrota ante Alemania: “Nos hubiese gustado traerles la Copa y disfrutarla. Lo intentamos, lo dimos todo y no se pudo“.
“Se armó un grupo espectacular, muy unido y eso nos llevó hasta el último partido. Trabajaremos y esperemos darle más alegrías al país”, agregó el capitán.
El centrocampista Javier Mascherano, el más elogiado del equipo, señaló que el equipo partió hacia Brasil “con muchas dudas”, pero volvió “con muchas certezas” y se mostró esperanzado en que “hayan marcado un camino que se pueda seguir”.
Desde que se anunció la llegada del avión del combinado albiceleste, miles de aficionados coparon el centro de Buenos Aires a la espera de los 23 de Sabella para ovacionarlos.
Pese al clima festivo, los alrededores del Obelisco porteño cuentan con un fuerte despliegue policial, que pretende evitar que se repitan los violentos incidentes de anoche, en los que 70 personas resultaron heridas y 120 fueron detenidas.
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