La inseguridad le costó 1.48 billones de pesos a la economía mexicana el año pasado, debido a la inexistencia de políticas que mejoren el Estado de Derecho y la confianza entre la población, revela el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
“Durante 2013 el costo de la violencia en México representó 9.4% del PIB, con lo que nuestro país se ubicó dentro de los 25 países con mayores costos por este motivo”, expone un análisis el organismo.
Lo preocupante es la rapidez con la que avanza el problema de la seguridad en el mercado mexicano, ya que en el sondeo previo del Índice Global de Paz, el costo fue equivalente a 7% y daba el lugar número 50 en el ranking mundial, señala.
“La economía mexicana seguirá viéndose afectada por la inseguridad en tanto no se logren políticas efectivas que incidan en contra de ella, como una mejora del Estado de Derecho que estimularía la confianza de la población a denunciar los delitos sabiendo que tendrán una resolución favorable”, manifiesta el órgano encargado de hacerle análisis económico al sector empresarial.
Los riesgos
En los últimos años el tema de la inseguridad pública se ha fortaleciendo de tal forma que actualmente está considerado como el principal factor que puede limitar el crecimiento de la actividad económica del país, recuerda.
Añade que la cifra negra, es decir, la cantidad de delitos que no se denuncian sigue siendo considerablemente alta y en buena medida esto se atribuye a la desconfianza que hay en las autoridades.
En junio de 2014, siete de cada 10 mexicanos consideran que el desempeño de las policías estatales y municipales es poco o nada efectivo, mientras sólo tres personas dicen que es muy o algo efectivo, precisa el instituto dependiente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
Comenta que la inseguridad no solo afecta el patrimonio de las personas y empresa, sino que su incidencia tiene un alcance mucho mayor que pone en riesgo la vida, la libertad y la salud de los individuos, además de la supervivencia de empresas, especialmente micro y pequeñas.
“Al conjuntar lo anterior, es evidente que tiene un efecto negativo sobre el ritmo de crecimiento de la economía, además de ocasionar que constantemente se desvíen de actividades productivas una cantidad considerable de recursos para tratar de prevenir y combatir los problemas de inseguridad”, dice.
Los costos
Según el CEESP, la inseguridad representa costos importantes para las personas, empresas e incluso para las autoridades; en el primero y segundo casos, los costos se relacionan con las medidas que se toman para protegerse, como son sistemas de seguridad, cerraduras más seguras, servicios de vigilancia, pero además los gastos que implican los eventos post-agresión, como son médicos, servicios hospitalarios o incluso funerarios.
“El segundo caso se relaciona con el gasto gubernamental en materia de seguridad que cada vez demanda más recursos”, menciona.
El Centro de Estudios manifiesta que la fuerte incidencia de la inseguridad en diversos temas, hace obvia la percepción de que es uno de los principales factores que pueden limitar el crecimiento de la economía, la cual se agudiza cuando se intenta cuantificar monetariamente su efecto.
“Para fortalecer la legalidad y al mismo tiempo combatir la delincuencia y la corrupción, que generalmente operan juntas, es fundamental tener instituciones que hagan cumplir eficientemente las leyes con el objetivo de aumentar la confianza tanto de la población como de quienes tienen pensado invertir en nuestro país”.
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