GAZA. Más de cuatro mil palestinos buscaron refugio en instalaciones de la ONU después de que 45 personas perdieron la vida en la jornada más mortífera de la ofensiva israelí contra Gaza y en la que su ejército anunciara que bombardearía con intensidad el norte de la Franja.
Hombres, ancianos, mujeres y niños con el rostro apresurado y compungido se subieron a primera hora de la mañana a cualquier vehículo posible, dejando atrás sus hogares y con escasos enseres como equipaje.

 

Burros, tractores, camiones, carros, cualquier medio era bueno para tratar de llegar a una de las ocho escuelas que la Agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA) habilitó para acoger al flujo de desplazados.

 

Los más afortunados, aquellos que llegaron a primera hora, lograron “colonizar” algunas de las estancias, plagadas de colchones, ropa, viandas, agua y en algunos casos trastes para cocinar.

 

Otros trataban de hallar acomodo entre las decenas de sillas y de pupitres apilados en el pasillo, cansados por el calor y el ayuno del mes de Ramadán, con la esperanza de poder descansar una noche a salvo.

 

Según Chris Gunnes, vocero en la zona de la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA), 166 personas han perecido -entre ellas 23 niños- y más de 1,100 han resultado heridas en los seis días que dura la tercera ofensiva israelí contra Gaza desde que en 2007 el movimiento islamista Hamás asumiera su control.

 

“La situación en Gaza continua siendo devastadora e impredecible. Miles de aterrorizadas personas tratan de huir de los ataques para hallar refugio en instalaciones de la UNRWA. Hemos abierto ocho escuelas y sólo hoy (domingo), cerca de 4 mil personas han buscado refugio”, afirmó.

 

“El número está creciendo a lo largo del día. Seis de esas escuelas están en Gaza ciudad”, agregó.

 

Gunnes volvió a instar a todas las partes implicadas a poner fin a las hostilidades, proteger a los civiles y respetar el derecho internacional.

 

Tras el estruendo de las explosiones, Salman Hamouda, de 14 años y su hermana pequeña, Ruba, de 10, corren hasta la ventana para ver los dos pesados pilares de humo negro que sustituyen lo que hasta hace un momento eran viviendas.

 

“¡Ohhh! Esas columnas de humo parecen dos monstruos que se quieren comer a la gente!” compara Ruba con miedo desde su casa en Ciudad de Gaza.

 

La abarrotada ciudad ha sido testigo de cientos de bombardeos israelíes desde el inicio el 8 de julio de la operación israelí “Margen Protector” contra el movimiento islamista Hamás en Gaza.

 

Desde entonces, son centenares de casas las que han sido demolidas por misiles durante la operación, hecho que ha provocado la reacción de voces israelíes e internacionales recordando a Israel que viola la ley internacional cuando bombardea áreas pobladas y especialmente viviendas.

 

Sobre la ofensiva palestina, las “Brigadas Azedím al Kasam”, brazo armado de Hamás, asumieron la autoría del lanzamiento de un cohete clase R-160 contra la ciudad de Haifa, que al parecer fue interceptado por la defensa antimisiles israelí cerca de Hedera.

 

El escudo “Iron Dome” (Cúpula de Hierro) interceptó también gran parte de las salvas de misiles lanzadas contra localidades como Beersheva -la más poblada del sur de Israel-, Tel Aviv y los puertos de Ashdod y Ashkelon.

 

Israel emplea armas ilegales en sus ataques

 

Gaza. El ejército israelí empleó armas prohibidas por convenios internacionales en el marco de la operación militar “Margen Protector” contra Hamás en Gaza, denunció el director general del Ministerio de Sanidad palestino.
Yusef Abu Rish alertó en una rueda de prensa ofrecida en el hospital Shifa de Gaza que varios doctores y personal médico habían encontrado en los cuerpos de fallecidos o heridos “armas similares a las armas de destrucción masivas ilegales bajo el derecho internacional”.

“El alto número de víctimas, tanto las causadas por asaltos israelíes como por la artillería de tanques, aviones o barcos de guerra presentan quemaduras y ruptura interna de huesos”, dijo Abu Rish, sin abundar en detalles.

El director hizo un llamamiento a la ONU y a la comunidad internacional para que se forme un comité de investigación que incluya a expertos que documenten las violaciones israelíes de los tratados internacionales y las convenciones de Ginebra.

Por su parte, el vocero del Ministerio, Ashraf Al Qedra, notificó a los medios de que el número de fallecidos ascendía a 166, siendo dos terceras partes de ellos civiles, y que los heridos superaban el millar en el séptimo día de operación militar.

A medida que avanza la operación militar el desencuentro entre israelíes y palestinos aumenta, al tiempo que prosiguen los esfuerzos de parte de la comunidad internacional por rebajar la tensión y forzar a Hamás y a Israel a llegar a un alto al fuego.

Los bombardeos sobre la franja se han intensificado después de que las “Brigadas del Al Kasam”, brazo armado de Hamás, reclamara la autoría del lanzamiento de bombardeos sobre Tel Aviv y otras ciudades israelíes, y pidieran a los medios registrar el miedo de los israelíes en las calles de la ciudad.

 

Netanyahu culpa a Hamás

 

WASHINGTON. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, acusó a Hamás de ser el causante de la muerte accidental de civiles palestinos en el intercambio de bombardeos con Israel, al utilizar a su propia población para “proteger sus misiles”.

“La diferencia es que nosotros estamos usando un escudo antimisiles para proteger a nuestros civiles, y ellos están usando a sus civiles para proteger sus misiles”, dijo Netanyahu durante una intervención en el programa estadunidense Face the Nation, de la cadena CBS.

“Así que, naturalmente, son responsables de todas las muertes de civiles que se producen de forma accidental. Lamentamos cualquier muerte accidental de civiles, pero Hamás ha de asumir completa responsabilidad por esas bajas civiles”, agregó.

Netanyahu insistió además en que Israel “hará lo que sea necesario” para proteger a su población, tanto en términos diplomáticos como militares, y no descartó la posibilidad de llevar a cabo una invasión terrestre de la Franja de Gaza.

El primer ministro israelí insistió en que Hamás no busca un acuerdo político y llegar a un punto en común sobre los asentamientos, sino “la destrucción de Israel”.

“Quieren destruir el Estado de Israel. Ni siquiera estamos hablando de la construcción de un Estado palestino; quieren establecer alguna versión de su califato. Dicen que tienen que matar judíos donde quiera que los encuentren en todo el mundo”, aseveró.