El suicidio de menores de edad ha tenido un crecimiento exponencial de hasta 350% en una década, dijo el investigador Francisco José Gutiérrez Rodríguez  de la Universidad de Guadalajara, tras recordar que el primer caso documentado ocurrió en 1997.

 

“Con un niño de ocho años que se priva de la vida por problemas familiares, de ahí el crecimiento ha sido exponencial”, advirtió el director del Centro de Evaluación e Investigación Psicológica de la Universidad de Guadalajara.

 

Recordó que durante décadas afectaba de manera particular a personas de entre la tercera y cuarta década de vida, o más de 60 años. Sin embargo, ahora, “de los suicidios registrados en el estado de Jalisco 52% son jóvenes de entre 15 y 24 años”.

 

Detalló que de 19 casos reportados en 2013 de menores de 12 años, “los factores de riesgo asociados a la conducta suicida lo constituyen problemas familiares, maltrato físico o psicológico, abuso sexual, el divorcio de los padres, y fracasos escolares”.

 

Comentó que en un estudio realizado por la investigadora Isabel Valadez Figueroa con niños en edad escolar “se encontró que 23% había pensado en la ideación o tentativa suicida por problema de bullying”.

 

Precisó que se considera suicidio “a una serie de conductas autodestructivas de resultados mortales con conciencia del motivo con diversos grados de intención mortal que no ocurren en el transcurso de una enfermedad mental”.

 

“Si tomamos esta definición con conciencia del motivo, el caso del suicidio en los niños sería una conducta autodestructiva, y no típicamente un suicidio”, apuntó.

 

Indicó que muchos de los niños de entre 5 y 10 años “no tienen la noción de la muerte como un proceso permanente, ellos dicen que se van a ir al cielo, que se van a dormir, y no tienen una idea clara de la muerte como un proceso definitivo”.

 

Subrayó que en las mujeres adultas utilizan métodos como consumo de tóxicos y herida por arma blanca, mientras que en los hombres adultos es por disparo por arma de fuego y asfixia por ahorcamiento.

 

“Los menores de edad consideran consumo de tóxicos y asfixia por ahorcamiento como los métodos que han ocurrido en el estado de Jalisco”, manifestó.

 

Mencionó que de los suicidios en menores de edad, la proporción se considera igual que en los adultos, “cuatro varones por cada mujer, es decir 80% de los casos son hombres y sólo 20% lo constituyen mujeres”.

 

“Sin embargo, en intentos de suicidio, al igual que en la población adulta, las mujeres lo intentan más sin éxito porque utilizan métodos menos letales”.

 

En su opinión se requiere crear una Clínica de Atención Infantil para los casos de suicidio, así como para niños afectados por diferentes trastornos mentales como es la depresión, ansiedad, déficit de atención con hiperactividad o conductas violentas.

 

Señaló que hay programas preventivos en los centros escolares, “pero son de atención a la violencia, el fenómeno del acoso, y del bullying; y la Secretaría de Educación Jalisco tiene una línea telefónica para denunciar el bullying, que sería un factor de riesgo indirecto de la conducta suicida”.

 

En su opinión sería de vital importancia que en las escuelas existiera un área de psicología, “porque aun cuando la Secretaría de Educación Jalisco tiene la Dirección de Psicopedagogía, lo cierto es que resulta insuficiente, porque sólo se derivan ciertos casos”.

 

Manifestó que hacen falta programas diversificados de prevención en los niveles primaria y secundaria, “donde tenemos que trabajar más en este asunto”.