La Asociación de Instituciones de la Enseñanza de Arquitectura de la República Mexicana, A.C. (ASINEA) celebró el pasado mes de abril su 50 aniversario con un Congreso Nacional de Arquitectura en la Universidad de Guanajuato, que fue la sede donde se firmara el acta constitutiva original “por las doce escuelas integrantes de la Asociación de Escuelas y Facultades de Arquitectura de la República Mexicana (ASEFARM)” el 28 de abril de 1964; en esa inercia, el pasado lunes 30 de junio se llevó a cabo la 1ª reunión de trabajo de ASINEA de la Región Metropolitana convocada por Marcos Mazari, Director de la Escuela de Arquitectura de la UNAM que en este nuevo período dirige los trabajos de la Asociación en la Región Metropolitana.
La basa de ASINEA es el intercambio; intercambio universitario de ideas y prácticas sobre la enseñanza de la arquitectura. Esto arroja información valiosa sobre los desequilibrios que hay entre diversas escuelas o facultades, sobre los diversos tipos de formación, -los hay-sobre las opciones de titulación, los perfiles de ingreso y de egreso, sobre los avances tecnológicos, la investigación, sobre las asignaturas a distancia y la educación en línea, o sobre las habilidades requeridas para enfrentar la vida profesional de los próximos arquitectos.
Titánico pero útil; el intercambio interuniversitario construye una visión amplia de lo que enseñamos en las escuelas y, en consecuencia, sobre lo que será la práctica profesional en el futuro: ¿cuantos arquitectos hay? ¿Cuantos habrá en tal o cual futuro?, ¿habrá trabajo para todos?¿que harán?
Paralelamente, el pasado lunes 7 del presente tuvo lugar el primer desayuno de la vicepresidencia académica (ahora a cargo del Arq. Jorge Alessio Robles Landa) del Colegio de Arquitectos de la Ciudad de México, cuya Presidencia fue ocupada recientemente por el Arq. José Luís Cortés Delgado con indiscutibles credenciales académicas y sobrada trayectoria gremial (José Luis Cortés fue director de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Iberoamericana y ha ocupado diversos cargos tanto en el Colegio de Arquitectos de la Ciudad de México como en la Unión Internacional de Arquitectos).
Este desayuno mensual se trata de una iniciativa vigente desde el 2006, que reúne a directores y coordinadores de escuelas de arquitectura en un evento que va rotando por las distintas universidades de la zona metropolitana. Curiosamente la dinámica y las tareas entre ASINEA y la Vicepresidencia Académica del Colegio se parecen, aunque con una diferencia sustancial: El Colegio es el vínculo y la articulación del arquitecto con su ámbito laboral.
En ese sentido una tarea no poco relevante es el acercamiento que el Colegio promueva entre las escuelas de arquitectura y las autoridades de la ciudad: estudios de caso que destilen concursos de arquitectura que a su vez generen una ciudad más democrática (hablando sobre todo en términos del espacio público).
En ese tenor y acto seguido perpendicularmente, el pasado día 8 tuvo lugar una reunión del grupo “Proyecto Público”, convocada por el Arq. Toño Gallardo en la Casa del Arquitecto de Veracruz 24. Allí el mismo Arq. Cortés reiteró su compromiso y apoyo en la promoción de la Ley del Proyecto Público invitando a los participantes a concluir la redacción de un Manifiesto que habrá de presentarse durante el mes de octubre, o “mes del arquitecto”.
Fue particularmente valiosa la contribución del arquitecto español Eduardo Pesquera González (de Pesquera Ulargui Arquitectos), quien nos compartió una perspectiva sumamente rica en conocimiento de concursos públicos. “Lo primero es que el convocante esté convencido, antes que otra cosa, son las instituciones quienes deben estar convencidas de la conveniencia de los concursos”.
Finalmente, a manera de última escala, ayer tuve la oportunidad de participar en una mesa redonda (muy nutrida por cierto) denominada “Diseño Social del Espacio Público” convocada por el Arq. Arturo Aispuro (Ex presidente del Colegio de Arquitectos y Ex secretario de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda) en el contexto de una iniciativa denominada “Café con Pikete” (en le Museo José Luís Cuevas en el Centro Histórico) que se transmite en vivo en las redes sociales y que abona desde la charla reflexiva entre diversidad de personajes, a la construcción de la ciudad y del espacio público.
Si bien hasta aquí un recuento breve de un periplo inédito, léase como una contribución –así lo espero- a la construcción de un mundo más habitable desde otras trincheras de la arquitectura en la Ciudad de México.