WASHIGTON. La Patrulla Fronteriza de Estados Unidos detuvo hoy, en McAllen (Texas), epicentro de la crisis migratoria, al indocumentado más conocido del país, el periodista y activista José Antonio Vargas.

 

Vargas, de origen filipino, ganó un premio Pulitzer en 2008 y desde entonces se hizo famoso en EU por relatar la historia de los millones de indocumentados que, como él, son estadunidenses a todos los efectos, pero se enfrentan al peligro constante de la deportación a un país que no conocen.

 

Vargas llegó a Estados Unidos a los 12 años con su abuelo y vive en el país de manera ilegal desde entonces.

 

Su reportaje “Documented“, emitido recientemente por la cadena CNN, volvió a poner de actualidad los problemas de los niños que crecen en EU y no conocen otro país, pero se arriesgan a ser expulsados en cualquier momento.

 

Vargas había viajado a McAllen para unirse a otros grupos en una vigilia de apoyo a los menores centroamericanos que llegan masivamente a EU por la frontera suroriental.

 

Además, el periodista y activista documentaba la labor de las organizaciones que ayudan a las familias con niños que llegan a la frontera.

 

Estas personas son detenidas y registradas, pero poco después son puestas en libertad, sin recursos, debido a la imposibilidad de mantenerlas en centros sobrepasados por la avalancha.

 

La región de Grande Valley, donde se encuentra McAllen, está tomada por la Patrulla Fronteriza y policías locales y estatales a lo largo del Río Bravo por donde llegan las oleadas de inmigrantes, entre ellos 57 mil menores solos en los últimos nueve meses, lo que obligó a activar protocolos de emergencia.

 

Vargas es una de las figuras más relevantes en el debate migratorio y probablemente el indocumentado más célebre de Estados Unidos.

 

El periodista ganó en 2008 el premio Pulitzer por la cobertura del tiroteo de la universidad Virginia Tech para el diario The Washington Post.

 

Fotografías compartidas en internet por Ryan Grim, periodista del Huffington Post y quien lo acompañaba en el momento de la detención, muestran a Vargas esposado por la Patrulla Fronteriza cuando se disponía a abordar un avión con destino final a Los Ángeles (California).

 

Por el momento no se han aclarado las razones de su detención, pero con toda probabilidad se debe a su situación irregular en Estados Unidos.

 

El aeropuerto de McAllen, debido a su situación fronteriza, es uno de los pocos del país en donde los agentes de la Patrulla Fronteriza -que verifican el estatus migratorio de los viajeros- están situados en el control de entrada, junto a los funcionarios de seguridad aeroportuaria de la TSA.