Mientras las comisiones del Senado que tienen que ver con las leyes secundarias energéticas se han reunido de manera consistente, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, el principal opositor a ellas en defensa de la memoria de su padre, anda desaparecido.

 

El dato no es menor luego de la severa derrota del PRD en el Senado con las leyes secundarias de telecomunicaciones. Sin presencia en medios, sin una estrategia más allá de la recolección de firmas para una consulta que no va a proceder y divididos entre los colaboracionistas y los radicales, el PRD cardenista se enfila hacia otra batalla legislativa perdida.

 

A Cárdenas se le vio más activo junto al senador panista Javier Corral, creando un frente de lucha contra las leyes secundarias en telecomunicaciones, que organizando algún frente contra las leyes energéticas. Al final, la alianza entre el PRI y el PAN que sacó las telecomunicaciones también va a funcionar en las del petróleo.

 

El problema del PRD en debates legislativos oscila entre su participación en comisiones para frenar algunos puntos delicados e introducir algunas propuestas concretas y la oposición obstruccionista del voto negativo en bloque en las plenarias. Por la tozudez de sus exigencias desde su tercera posición legislativa, los perredismos cardenista y lopezobradorista han perdido la posibilidad de influir en las reformas estructurales.

 

En la dirigencia perredista Los Chuchos se han quedado atrapados entre dos fuegos: por un lado, el nuevo partido-movimiento de López Obrador está a la espera de perredistas desencantados con las concesiones; por otro lado, las exigencias y presiones de Cárdenas para tomar de nueva cuenta el control del partido desplazando a las tribus y entronizando el cardenismo en posiciones de elección popular y en estructura ejecutiva. En medio, Los Chuchos perdieron espacios políticos por las votaciones de las leyes de telecomunicaciones, el relevo de dirigente en septiembre y los errores tácticos en el liderazgo de Jesús Zambrano.

 

El frente PRD-Cárdenas aparece fracturado no tanto por las leyes energéticas sino por la disputa interna en el partido por la dirección nacional. El enfriamiento en las relaciones de Cárdenas con Los Chuchos ha afectado la definición de la estrategia del perredismo en el debate de las leyes secundarias en energía. Todo indica que se repetirá lo ocurrido con las de telecomunicaciones: participación de senadores en comisiones para aprobar la minuta pero voto en contra en bloque en la plenaria.

 

Los perredistas extrañan que Cárdenas ande fuera del radar del activismo político porque esta semana ya será demasiado tarde; de hecho, las minutas en comisiones ya están planchadas entre el PRI y el PAN en el Senado. Por tanto, el PRD ya no podrá influir en ellas ni podrá reventar el proceso. La desaparición de Cárdenas dentro del PRD dejó a los perredistas al garete y sin línea política.

 

Las leyes energéticas ya ganaron. Cárdenas encabezó la recolección de firmas pero luego se distanció de esas tareas y López Obrador también quiso tomar la bandera energética pero luego la hizo a un lado cuando vio la inminencia del registro a su partido-movimiento. Y los perredistas se agotaron con los conflictos en las votaciones de las leyes en telecomunicaciones. Si las leyes energéticas se aprueban será responsabilidad política del PRD y Cárdenas.

 

cardenas

 

La desaparición política de Cárdenas de la lucha en el PRD ha dejado al partido sin dirección y sin caudillo, y sobre todo sin alguna estrategia respecto a las leyes secundarias en energía que se discuten en comisiones en el Senado. Al final de cuentas, Cárdenas era el más interesado en encarar algunos de los perfiles de las reformas energéticas. Pero llegó la hora de los debates y Cárdenas no aparece para dar señales de por dónde debe ir la lucha.