DAMASCO. Proclamando la victoria del pueblo sirio en una “guerra sucia” librada por extranjeros, el presidente Bashar Assad prestó juramento el miércoles para iniciar su tercer período de siete años en medio de una cruenta guerra civil que ha arrasado el país árabe.
Con aire confiado y ocasionales toques de humor, Assad declaró la victoria sobre el “terrorismo” y dijo que los países que apoyan a la oposición siria “pagarán un precio alto”.
La pomposa ceremonia en el palacio presidencial en Damasco corona un cambio reciente en el campo de batalla a favor de las fuerzas que combaten la rebelión contra Assad. Durante el año transcurrido, el presidente de 48 años ha tomado la iniciativa en la guerra civil y sus fuerzas avanzan en varios frentes contra rebeldes superados en armamento y empantanados en enfrentamientos intestinos.
La televisión estatal siria realizó lo que llamó una transmisión en vivo de la ceremonia de juramentación. Mostró el arribo de Assad al Palacio del Pueblo en el Monte Qassioun, una meseta con vista panorámica de la ciudad desde el norte.
Después de ejecutarse el himno nacional, se vio a Assad recorrer una alfombra roja flanqueada por una guardia de honor y entrar a una sala atestada de parlamentarios y clérigos, tanto cristianos como musulmanes.
De traje oscuro, camisa celeste y corbata azul, Assad puso la mano sobre el Corán y juró defender la constitución.
“Juro por Dios Todopoderoso respetar la constitución, leyes y sistema republicano del país y proteger los intereses y libertades del pueblo”, dijo y recibió una ovación atronadora.
A continuación pronunció un discurso en el que elogió al pueblo sirio por votar y por “derrotar la guerra sucia”.
“Querían que fuera una revolución, pero ustedes fueron los verdaderos rebeldes”, dijo. “No pudieron lavarles el cerebro ni quebrar vuestra voluntad”.
Durante toda la crisis, Assad ha sostenido que el conflicto que ha desgarrado a su país es una conjura respaldada por las potencias occidentales y ejecutada por “terroristas”.
El mes pasado fue reelegido por abrumadora mayoría en unos comicios que la oposición y sus aliados occidentales han rechazado por fraudulentos.
Obtuvo el 88.7 por ciento de los votos en la primera elección en varias décadas en la que se presentaron más de un candidato. Millones de ciudadanos en zonas controladas por los rebeldes no pudieron votar.
Cuatro años de guerra civil han dejado más de 170.000 muertos y desplazado a la tercera parte de la población.
La ceremonia de juramentación se realizó en el palacio presidencial, no en el parlamento como se hace tradicionalmente.
La esposa de Assad, Asma, se encontraba presente, ocupando la primera fila junto con otras mujeres.