El escritor mexicano Enrique Krauze exigió hoy a las autoridades respeto para Rosa Verduzco, administradora del albergue para niños huérfanos y abandonados “La Gran Familia”, quien fue detenida por presunto maltrato y abuso sexual de menores, y pidió apegarse a la ley.

 

“Rosa Verduzco en 60 años ha adoptado miles de niños. Caso único en la historia mexicana. Pido al gobierno respeto a su vida y apego a la ley”, escribió Krauze en su cuenta de Twitter.

 

El escritor y director tanto de la revista Letras Libres como de la editorial Clio, consideró “inadmisible el acoso del gobierno a Rosa Verduzco en Michoacán”.

 

   

Tuvo “una vida dedicada a recoger huérfanos”, por lo que “vendrá una protesta internacional” por el caso, advirtió.  

 

 

Krauze consideró que la mujer detenida es acosada inexplicablemente por el gobierno de Michoacán y recordó un texto que escribió en 2000 en defensa de ella.

 

 

En él, Krauze recordó que desde hace más de medio siglo Verduzco ha recogido, adoptado y educado para una vida digna y productiva a varios miles de niños abandonados y agrega que su obra ha sido “un prodigio de caridad” cuyas ramificaciones son “igualmente extraordinarias”.  

 

 

Indica también que a La Gran Familia llegan “no solo bebés que tienen por cuna una caja de cartón, sino vagabundos, drogadictos, rateros de toda la República, los condenados de esta tierra”.

 

Asegura por último que ahí las personas desarrollan sus habilidades y aprenden a leer y a hacer cuentas, y a los niños se les adiestra en oficios prácticos, productivos y en actividades artísticas.

 

El procurador Jesús Murillo Karam dio a conocer el martes por la tarde la intervención del Ejército y la Policía Federal en el albergue La Gran Familia de la ciudad de Zamora, Michoacán, donde fueron rescatados más de 500 niños y arrestados los administradores, entre ellos Verduzco, de 79 años, quien hoy fue ingresada a un hospital en dicha ciudad bajo resguardo federal.

 

La operación fue posible después de al menos 50 denuncias contra esas personas “por privación ilegal de la libertad”, según informó la Procuraduría General de la República.

 

Murillo precisó que en el recinto, que funcionaba desde hace cuatro décadas, se encontraron desde recién nacidos hasta mayores de 40 años que dormían en el suelo, pedían limosnas y sufrían abusos sexuales.

 

Según las denuncias, los menores eran obligados a pedir dinero en casas y calles, a dormir en el suelo entre plagas, ser víctimas de abusos sexuales y la imposibilidad de abandonar las instalaciones.