Los seleccionados mexicanos, quienes participaron en el Mundial de Futbol de Brasil y fueron eliminados en los octavos de final, fueron recibidos por el presidente de México, Enrique Peña Nieto, como si hubieran sido campeones.

 

En la residencia oficial de Los Pinos, el mandatario ofreció una comida a los futbolistas nacionales, quienes en voz de su técnico, Miguel El Piojo Herrera, reconocieron que fallaron en su objetivo de llegar al quinto partido, sin embargo, estaban felices porque “dejaron el alma” en el terreno de juego y se colocaron entre los 10 mejores equipos a nivel global.

 

La representación del seleccionado integrada por Guillermo Ochoa, Rafael Márquez, Miguel Layún, Carlos Peña, Paul Aguilar, Francisco Maza Rodríguez, entre otros, llegó pasadas las 15:00 a la residencia oficial, ataviados con traje negro y corbata verde, fueron ubicados al lado del presidente.

 

Antes de la comida ofrecida, el capitán Rafael Márquez fue el primero en hablar y demostró que lo suyo es jugar futbol pues tuvo serios problemas para leer su discurso frente al público, consistente en parte del gabinete, familiares del mandatario y directivos de la Federación Mexicana de Futbol.

 

Luego tocó el turno al Piojo, quien al igual que el capitán, reconoció que fallaron: “no pudimos cumplir con el objetivo trazado pero me siento tranquilo porque se mostró un buen futbol, se logró una comunión interna muy importante”.

 

El entrenador nacional agradeció el apoyo de la afición y a sus jugadores les dijo que “dejaron el alma y la piel en cada balón, tal cual nos comprometimos”. Y Remató su discurso: “como dijo el presidente, no fue penal”.

 

 

Peña ratifica al Piojo

 

Aunque la Federación Mexicana de Futbol no ha ratificado oficialmente la continuidad de Miguel Herrera al frente del seleccionado nacional, el presidente Enrique Peña Nieto se encargó de hacerlo en su discurso.

 

“Confió en que está continuidad se traduzca en buenos resultados en los próximos torneos, porque desde hoy vamos a empezar a escribir la historia de éxito para Rusia 2018”, dijo el presidente.

 

A la comida asistieron Paulina y Nicole, hijas del mandatario así como los secretarios de Defensa, Desarrollo Territorial, Hacienda, Relaciones Exteriores, entre otros funcionarios.

 

Tras la ceremonia protocolaria, el presidente y los seleccionados disfrutaron de un menú consistente en callo de hacha estilo Sinaloa con infusión de hierbas,  filete de res con salsa cremosa de morillas, ravioles de langosta con salsa cremosa de tomate, tarta de manzana con salsa de caramelo y helado de vainilla.