GINEBRA. El número de contagios con el virus del VIH-SIDA entre hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres está creciendo en todo el mundo, una tendencia mundial que debería hacer sonar la voz de alarma sobre la capacidad de controlar la epidemia.
“Hay una tendencia global que es el crecimiento de la epidemia entre los gays, entre los hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres. Está ocurriendo en todas las regiones sin excepción alguna”, afirmó en una entrevista, Luiz Loures, director ejecutivo adjunto de ONUSIDA, la agencia de Naciones Unidas que lucha contra la enfermedad.
Las razones para que esto ocurra son varias e interrelacionadas entre sí.
Por un lado cada vez más los hombres tienen relaciones sexuales desprotegidas, “porque la nueva generación no ha vivido la epidemia de los años ochenta”.
Por otro lado, existe y funciona el tratamiento con antirretrovirales y por lo tanto no se percibe el miedo a la muerte tras el contagio de la enfermedad.
“Existe cierta complacencia con la enfermedad, lo que es muy peligroso porque ésta puede ser mortal”, alertó Loures.
Otro aspecto que incide en el aumento de casos es el hecho de que, según algunos estudios, el 60 por ciento de los encuentros sexuales se dan tras un contacto en internet.
“Debemos desarrollar la manera de poder hacer prevención en esos “dates sites”, asumió Loures, que por ahora poco se avanzó en ese proceso.
Otro de los problemas ligados a la prevención es el hecho de que exista una gran movilidad en la comunidad gay.
El director ejecutivo adjunto de ONUSIDA participó hoy en la presentación en Ginebra del informe anual de la institución, en el que se destaca que en general los contagios descendieron.
En 2013 entre 1.9 y 2.4 millones de personas (2.1 millones de media) contrajeron el virus.
Quince países concentraron el 75 por ciento de los nuevos contagios: Brasil, Camerún, China, Estados Unidos, India, Indonesia, Kenia, Mozambique, Nigeria, Rusia, Sudáfrica, Tanzania, Uganda, Zambia y Zimbabue,
Los contagios por el virus descendieron en 2013 un 38 por ciento respecto a 2001, una caída que fue aun mayor entre la población menor de edad, con una caída del 58 por ciento.
En 2013, unos 240 mil niños se infectaron con el virus, respecto a los 580 mil que lo contrajeron en 2001.
En el lado opuesto, se encuentra el acceso al tratamiento.
El informe pone de relieve que mientras el 38 por ciento de los adultos recibe tratamiento antiretroviral, sólo el 24 por ciento de los niños accede a él.
“Los tratamientos actuales no son adecuados para niños. La cantidad, el sabor, el tipo. Es muy difícil lograr que los niños lo tomen”, explicó Mariangela Simao, directora de género y prevención de ONUSIDA.
“trabajamos para desarrollar nuevos tratamientos más adecuados para niños pero es difícil, porque cuanto más descienden los contagios de niños, menos interés ven las farmacéuticas en desarrollar un producto para un mercado que merma”, agregó Simao.
Con respecto a la población en general, en 2013 unos 12.9 millones de personas pudieron tener acceso a los antiretrovirales, lo que representa un 37 por ciento (entre un 35-39 por ciento) de todas las personas que conviven con el virus.
Con respecto a los fallecimientos, desde el pico registrado en 2005, las muertes cayeron un 35 por ciento.
El año pasado 1.5 millones de personas (1.4 millones y 1.7 millones) murieron por causas relacionadas con el sida en comparación con 2,4 millones en 2005.
En la actualidad entre 33.2 y 37.2 millones de personas (35 millones) sobreviven infectados con la enfermedad.
Sin embargo, ONUSIDA estima que 19 de las 35 millones de personas que viven con el virus desconocen que son seropositivas.
“Si se acelera la lucha de ahora hasta 2020 podremos avanzar hacia el fin de la epidemia en 2030, de lo contrario, nos arriesgamos a prolongar una década o más”.
Desde el principio de la epidemia, cerca de 78 millones de personas (entre 71 y 87 millones) se infectaron con el virus y unos 39 millones (35-43) murieron a causa de la enfermedad.