Hace algunas décadas, e incluso a inicios del nuevo milenio, era impensable que se llevaran a cabo algunas alianzas empresariales, particularmente en la industria de Tecnologías de la Información. Las diferentes sesiones de las compañías de esa industria solían incluir siempre burlas y comentarios sarcásticos en contra de sus competidores. Larry Ellison, CEO de Oracle, hablando de Sun Microsystems en manos del entonces CEO de Sun, Scott McNeally, y viceversa; Steve Jobs haciendo burlas de Microsoft, uno de los blancos principales también de las convenciones de desarrolladores para la plataforma libre Linux, por ejemplo. Era una forma de divertir a las comunidades tecnológicas, pero también de marcar una distancia frente a los que consideraban sus enemigos naturales e irreconciliables.
Pero los tiempos fueron cambiando paulatinamente, desde la inversión de Microsoft a finales de los años noventa en Apple, prácticamente al borde de la quiebra; el uso de procesadores Intel -hasta ese entonces considerado como la dupla inseparable de Microsoft- en equipos de Apple; la compra de Sun Microsystems por parte de Oracle; las simbiosis exitosísimas en productos como un teléfono de marca Samsung con un sistema operativo de marca Google, hasta la anunciada la semana pasada entre Apple e IBM, otrora rivales acérrimos en el mercado del cómputo personal.
La alianza entre la marca de la manzana e IBM tiene como propósito enriquecer el entorno empresarial en dispositivos de Apple. Haciendo una recapitulación de lo ocurrido en el cómputo móvil durante los últimos años en ambientes de productividad, BlackBerry solía ser, hasta hace poco, esa plataforma por excelencia para quienes utilizaban un teléfono inteligente con fines de trabajo. Por razones de seguridad, aplicaciones, e incluso, factores de forma en los equipos (un teclado apto para escribir correos electrónicos principalmente), este tipo de usuario prefería esa marca de dispositivo frente al resto de las opciones existentes, que parecían más bien juguetes con capacidades fantásticas pero limitadas al entretenimiento, iPhone incluido. O más bien, empezando por el iPhone.
Pero el mercado cambió y quienes saltan a esta batalla son otros jugadores. Por otro lado, el usuario de teléfonos móviles cada vez demanda más lo mismo, abrir una aplicación que le dé información de las salas de cine más cercanas a las que podrá acudir el fin de semana, que revisar la orden de compra de su negocio. Entorno personal y empresarial, fusionándose.
IBM creará aplicaciones para empresa, exclusivas para el entorno de iPhone e iPad. Además, optimizará sus servicios en la nube para el sistema operativo de Apple en sus versiones de teléfono y tableta igualmente, incluyendo la gestión de los dispositivos, la seguridad, el análisis y la integración móvil. Apple ofrecerá nuevos servicios bajo su garantía AppleCare personalizadas al interés de cada empresa, e IBM pondrá a disposición de las mismas, paquetes de servicios para la activación de esos dispositivos y así, impulsar la adopción de iPhone e iPad en entornos empresariales.
La moraleja: en la era digital, sin aliados es casi imposible ganar la batalla, principalmente, frente al consumidor final de tecnología y dispositivos.