Idelfonso García Benítez, michoacano de 35 años que se dedicaba al tráfico de indocumentados de México a Estados Unidos, fue sentenciado ayer a 45 años de prisión por la muerte de siete migrantes en un accidente cuando huía de la policía.
Las leyes de Texas establecen por la muerte de los migrantes la pena máxima es de 35 años, pero se le adjudicaron otros diez por los agravantes del tráfico de personas. Al salir, García Benítez deberá ser deportado a México
García Benítez recibió la condena tras declararse culpable el lunes de causar la muerte de los inmigrantes y lesiones a otros siete al tratar de huir de una patrulla de la policía en la comunidad de Kingsville, Texas, el 20 de marzo de 2013.
El mexicano, quien resultó lesionado en el choque, fue detenido tras el accidente por el cargo de contrabando federal.
Según las autoridades, la colisión ocurrió cuando García Benítez aceleró el vehículo que conducía cuando comenzó a ser perseguido por una patrulla de la policía de Kingsville, comunidad ubicada unos 60 kilómetros al sur de Corpus Christi.
En su intento de fuga García Benítez trató de ingresar a la Base Aérea Naval de Kingsville y se estrelló con las barreras de seguridad. Los inmigrantes fallecidos eran originarios de Honduras y Guatemala.
“La trágica pérdida de vidas en este caso muestra los riesgos reales que enfrentan las personas cuando ponen su destino en las manos de un traficante de personas”, dijo Brian M. Moskowitz, agente especial del Departamento de Seguridad Nacional.
La acusación formal contra García Benítez era por conspiración para transportar extranjeros, 14 cargos por tráfico de ilegales, y un cargo de reingreso ilegal después de ser deportado. El 22 de agosto de 2013 se declaró culpable de todos los cargos.
El juez de Distrito de Janis Graham Jack, aceptó la declaración de culpabilidad, y sentenció al michoacano García a 120 meses en prisión federal y le ordenó pagar 2 millones 161 mil 529.16 dólares por concepto de restitución.