MADRID. Estados Unidos debe resolver la crisis de los miles de niños hacinados en la frontera con México, y eso pasa también por encontrar una solución a su política migratoria, consideró hoy el diario español El País.

 

Expuso que se comienza a producir “una catástrofe humanitaria inédita tanto por su naturaleza como por el lugar donde sucede”, y que ahora Estados Unidos descubre que los albergues se han convertido en “campos de refugiados”.

 

El vicepresidente estadunidense, Joe Biden, también ha alertado de la gravedad de la situación, mientras el Papa Francisco también pidió que se proteja a los niños, pero lo cierto es que se desconoce cuántos mueren en el intento o caen en manos de mafias, y otros 52 mil están en albergues en territorio de Estados Unidos.

 

En esta crisis incide el efecto por el retraso de la posición republicana en el Congreso a la reforma migratoria de Barack Obama, que regularizaría la situación de inmigrantes indocumentados.

 

Existe el convencimiento de que tarde o temprano Estados Unidos procederá a una masiva regularización de indocumentados, lo que significa que, mientras ésta no se apruebe, todo aquel que logre entrar en su territorio conseguirá la residencia legal cuando se produzca dicha regularización.

 

Agregó que la otro factor es que una parte de la población de Estados Unidos, descendientes de migrantes que llegaron también sin nada a lo largo de la historia del país, quieren convertirlo en una fortaleza, algo que ningún país del mundo ha logrado.