Contar con por lo menos 16 mil elementos en la Gendarmería para el 2018, con un reclutamiento anual de cuatro mil efectivos en cinco academias regionales, es el plan que ha trazado el gobierno federal para esta nueva división policial.

 

Así lo revelaron a 24 HORAS fuentes del gabinete de seguridad, que explicaron que uno de los objetivos fundamentales que tiene el país es contar con una fuerza suficiente a para la vigilancia de instalaciones clave o de seguridad nacional con las que se espera contar en los próximos años. Es ahí donde los gendarmes serán claves.

 

Con la aprobación de la reforma energética y las leyes secundarias que ahora se discuten, el gobierno mexicano prevé un crecimiento de la infraestructura nacional y privada relacionada con los hidrocarburos y con la electricidad.

 

No obstante, y como ya lo han advertido organizaciones especializadas, esto también representa una ventana de oportunidad para las organizaciones del crimen organizado que han logrado encontrar en el saqueo de energéticos, otra fuente de ganancias superior incluso a la que representa el narcotráfico.

 

Basta recordar que las instalaciones que ya existen, han sido blanco constante de los ataques de los criminales. En los últimos 13 años, las tomas clandestinas de hidrocarburos se han incrementado más de 1.800% según datos de Petróleos Mexicanos.

 

Las fuerzas armadas convencionales como el Ejército y la Marian son los responsables de la supervisión de estas instalaciones, pero su despliegue se ha visto rebasado por criminales que han desarrollado una logística suficiente para vulnerar puntos débiles de la infraestructura.

 

Actualmente en el país hay 216 complejos estratégicos a nivel territorial (sin contar las instalaciones marítimas) que cuentan con vigilancia, de acuerdo con datos oficiales, sin embargo, en varias de ellas se ha estimado necesario reforzar el número de elementos.

 

Con mayor infraestructura el reto será mayor. Una de las inversiones más importantes que se esperan es, por ejemplo, en la explotación del llamado “Gas Shale”. México posee importantes cuencas que albergan dicho energético en Tamaulipas y Coahuila, pero el área, también es dominada por grupos delictivos como Los Zetas y El Cártel del Golfo.

 

Reclutamiento acelerado

 

En ese contexto se ha trazado una estrategia que tiene como mínimo requisito que de 2015 a 2018 exista un crecimiento anual de por lo menos cuatro mil nuevos elementos para la División de la Gendarmería.

 

Sumado al estado de fuerza inicial de cinco mil efectivos este año, y previendo bajas por distintos motivos, se estima una fuerza de unos 16 mil efectivos al culminar el sexenio.

 

Para la puesta en marcha de este plan será vital la inversión de 250 millones de pesos que se estará realizando este mismo año para la construcción de cinco academias regionales: Noreste, Noroeste, Occidente, Centro y Sur, en las cuales se preparan a los cadetes.

 

Los gendarmes, además de la formación convencional en seguridad pública también reciben un entrenamiento castrense, lo que los faculta a desempeñar tareas similares a las del Ejército Mexicano como lo es en la vigilancia de sitios estratégicos.

 

Cabe recordar que habrá dos tipos de gendarmes. Los de proximidad estarán asignados al patrullaje regular de una zona en específico; y los de reacción serán desplegados en operativos o situaciones de emergencia que requieran mayor poder de fuego o contención.

 

Robos de ganado y cosecha

 

El despliegue inicial de los cinco mil primeros efectivos de la gendarmería, que arrancará a más tardar en la primera semana de agosto, no sólo comprenderá los llamados “focos rojos” en seguridad, sino también áreas clave para sectores productivos del país como el agrícola y la ganadería.

 

Hay zonas como en Zacatecas donde los productores han acusado un grave problema de abigeato o lo que es lo mismo robo de ganado. Incluso por momentos surgieron rumores de la organización de autodefensas para hacer frente a los delincuentes que normalmente cuentan con un poder de fuego importante.

 

Tan solo de enero a mayo de este año se iniciaron tres mil 265 averiguaciones previas por robo de ganado en el país, un incremento de casi 10% respecto al mismo periodo del 2013.

 

A esto se suma el problema del robo a las cosechas que se ha recrudecido en estados como Sinaloa, donde los productores denuncian que sus transportes son interceptados por criminales.

 

En la Policía Federal subrayaron que estos delitos atentan contra la seguridad alimentaria y económica del país, y por ende son un tema de interés nacional, que será cubierto desde su arranque por los gendarmes.