La reforma energética de ninguna manera privatiza a Pemex o a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), pero sí les quita lastres burocráticos y las dota de autonomía y capacidad de gestión corporativa, afirmó Manlio Fabio Beltrones.
Con esto serán más eficientes, y con la garantía de seguridad industrial y protección del medio ambiente, agregó el coordinador del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la Cámara de Diputados, quien rechazó que se trate de una ley impopular.
Es una legislación necesaria porque ya se hizo la reforma constitucional, es un camino que estamos recorriendo, las reformas en México se habían postergado por muchos años y la voluntad del presidente Enrique Peña Nieto las ha hecho prosperar, dijo.
Beltrones Rivera aclaró que no se trata de una reforma para afectar o despojar a nadie, sino para consolidar al país como una potencia energética, promover el desarrollo y la competitividad de la industria nacional y tener precios accesibles de luz y gas natural.
Al abundar sus comentarios sobre la discusión de las leyes secundarias de la reforma energética, refrendó que en todo momento la propuesta asegura la propiedad nacional de los hidrocarburos.
Además, concilia el derecho de todos los mexicanos con la garantía de la propiedad privada y social de la tierra, para que los productores agrícolas y ganaderos obtengan beneficios justos de las actividades que se realicen en sus propiedades.
Por tanto, sostuvo, es una reforma que sustituye el modelo recaudatorio que regía a Petróleos Mexicanos (Pemex) con otro promotor de la inversión y el empleo.
“Es cambiar el paradigma, no usar el petróleo simplemente para financiar el presupuesto, sino usar el petróleo para generar energía barata, y con esto tener más inversión y empleo”.
Junto con la CFE, se dota a Pemex de facultades e instrumentos que les permitirán transformarse en empresas productivas del Estado, capaces de competir con las privadas de origen nacional y extranjero.
Beltrones Rivera señaló que se les dota de autonomía y capacidad de gestión corporativa para que sean más eficientes en el marco de un sólido régimen de regulación energética, y con la garantía de seguridad industrial y protección del medio ambiente.
Se trata de una reforma que asegura la transparencia en la asignación de contratos en el futuro y obliga a que se incluya un porcentaje de contenido nacional para impulsar a empresarios e industrias locales a participar de los beneficios de la modernización del sector y ofrecer mejores empleos a jóvenes técnicos y profesionistas.
En síntesis, agregó, el propósito básico de esta reforma es beneficiar a nuestra gente, impulsar el desarrollo y la competitividad nacional y garantizar la seguridad energética.
El PRI, añadió Beltrones Rivera, espera sentirse orgulloso de haber participado en reformas que el país necesita para volver a crecer, porque toda la población “está harta de la mediocridad del crecimiento económico que se ha tenido en los últimos 15 años”.
Sobre la postura de la población en torno a la reforma energética, dijo: “veo una opinión pública que tiene una base y sustento, nadie está a gusto con lo que tenemos, de tal suerte que lo que venga debe ser mejor; y si lo hemos pensado mejor, estoy seguro deberá salir bien para beneficio de los mexicanos”.
En cuanto a los pasivos de Pemex, explicó que es deuda de una empresa del Estado y lo que estamos buscando es ver qué tanta proporción de deuda la pasamos a “una deuda nacional”, y que sea una empresa con posibilidades de competir de mejor manera con las empresas privadas que llegarán a México.
“Dejar el pasivo laboral sería como amarrarle un brazo atrás y llevarlo a una pelea de box en desventaja”, manifestó el diputado.
Lo que se hace es asumir el compromiso con los trabajadores y no con los dirigentes sindicales, y que los errores en la administración o los abusos que se pudieron cometer deberán ser subsanados, porque esta empresa productiva del Estado no podrá permitir ese tipo de acciones, ya que estará supervisada por diversos mecanismos de transparencia.
Beltrones Rivera recordó que el próximo 28 de julio inicia la discusión de este paquete de leyes reglamentarias y terminará hasta agotar el análisis y la votación de los cuatro dictámenes, ya aprobados en la Cámara de Senadores, además de las leyes que son facultad exclusiva de los diputados.