Estados Unidos cerró este sábado su embajada en Libia y evacuó a todos sus diplomáticos al vecino Túnez bajo escolta militar estadunidense, en medio del deterioro de situación de seguridad en la capital, Trípoli, por la intensificación de los choques entre milicias rivales, informó el Departamento de Estado.

 

Las operaciones de la embajada en Trípoli estarán suspendidas hasta que la situación de seguridad mejore, agregó.

 

“Debido a la violencia resultante de choques entre las milicias libias en la vecindad inmediata de la embajada estadunidense en Trípoli, hemos reubicado temporalmente a todo nuestro personal fuera de Libia”, dijo la portavoz Marie Harf.

 

La evacuación resalta la preocupación del gobierno de Barack Obama sobre el elevado riesgo para diplomáticos estadunidenses en el exterior, particularmente en Libia, donde siguen vívidos los recuerdos del mortífero ataque en el 2012 al consulado estadunidense en la ciudad de Bengasi y el subsiguiente alboroto político sigue fresco cuando se acerca una nueva investigación legislativa al incidente.

 

“Proteger nuestras instalaciones y la seguridad de nuestro personal son prioridades máximas del departamento, y no tomados esta decisión con ligereza”, dijo Harf. “La seguridad es lo primero. Lamentablemente, tuvimos que dar este paso porque nuestra embajada está muy cerca de combates intensos y la violencia actual entre facciones armadas libias”.

 

La evacuación fue acompañada por una nueva advertencia de viajes del Departamento de Estado para Libia en la que recomendó a los estadunidenses no viajar a ese país y pidió a aquellos que están allí que se vayan inmediatamente. “El gobierno libio no ha podido fortalecer apropiadamente sus fuerzas militares y policiales ni mejorar la seguridad”, dijo el aviso. “Muchas armas de nivel militar siguen en manos de individuos particulares, incluyendo armas antiaéreas que pudieran ser usadas contra la aviación civil”.

 

El cierre de la embajada en Libia es la segunda vez en poco más de tres años. En febrero de 2011, la embajada suspendió operaciones en medio de una revuelta que finalmente derrocó al antiguo líder, Moamar Gadafi.

 

Libia vive uno de sus peores brotes de violencia desde el derrocamiento de Gadafi. En Trípoli, las milicias están peleando mayormente por el control del aeropuerto. Las milicias están en la nómina del gobierno porque las autoridades dependen de ellas para restaurar el orden.

 

Estados Unidos es el último de una serie de países en cerrar sus operaciones diplomáticas en Libia debido a la violencia. Turquía lo hizo el viernes y los choques en Bengasi forzaron a la ONU, grupos de ayuda humanitaria y enviados extranjeros a dejar la ciudad.