Era el partido que iniciaba la segunda jornada del Apertura 2014 de la Liga de Ascenso MX, en el estadio Francisco Villa los locales Mineros enfrentaban al Necaxa, cuando desde el círculo central, Gustavo Ramírez sacó un zapatazo para meter el gol más rápido en la historia del futbol mexicano, apenas a los cuatro segundos de juego.