Los estados con comunidades de inmigrantes centroamericanos establecidos han recibido a la mayor cantidad de niños entregados por las autoridades federales a patrocinadores tras ser detenidos cuando cruzaban solos la frontera sur de Estados Unidos, según cifras federales.
Texas había recibido a 4.280 de los niños hasta el 7 de julio, seguido por Nueva York con 3.347, Florida con 3.181, California con 3.150, Virginia con 2.234 y Maryland con 2.205, informó la Administración de Niños y Familias del Departamento de Salud y Servicios Humanos.
En total, 30.340 niños sin acompañante han sido entregados a patrocinadores en 2014, con frecuencia a sus padres o familiares. La agencia no reveló las cifras por nacionalidad, pero la gran mayoría eran de El Salvador, Guatemala y Honduras.
Las cifras reflejan patrones migratorios bien establecidos de centroamericanos que viven en Estados Unidos.
En el Condado Miami-Dade en Florida ya radica la mayor cantidad de hondureños en el país, seguido por el Condado Harris, en Texas, que incluye a Houston, y Los Ángeles, según un análisis del Centro Hispano Pew sobre la base de datos del Censo del 2010.
En Los Angeles vive la mayor cantidad de salvadoreños, seguido por el Condado Harris, en Texas, y el Condado Montgomery en Maryland.
Los condados Los Ángeles y Harris son los dos destinos principales para los guatemaltecos, seguidos por el Condado Cook, en Illinois, que incluye a Chicago.
La Patrulla Fronteriza arrestó a más de 57 mil niños sin acompañantes de octubre a junio, la mayoría en el Valle del Río Grande en el sur de Texas. De ellos, 28,8% provenían de Honduras, 24,5% de Guatemala y 21,9% de El Salvador.
El gobierno federal debe colocarlos en un ambiente lo menos restrictivo posible durante el tiempo que demore su procesamiento por las autoridades migratorias bajo los términos de un acuerdo sobre una demanda colectiva en 1997.
La Administración de Niños y Familias indicó que primero intenta colocar a los niños con uno de los padres, en segundo lugar con un familiar y en tercero con un amigo de la familia.
La ola migratoria ha abrumado al gobierno, impulsándolo a abrir albergues temporales en bases militares en San Antonio, en Ventura, California, y en Fort Sill, Oklahoma, y a buscar en todo el país nuevos albergues que reciban a los niños hasta que sean entregados a patrocinadores. También ha dejado al descubierto una aguda división política entre los gobernadores de la nación.
Estados ofrecen espacios a niños migrantes
El gobernador de Oregon, John Kitzhaber indicó que el estado seguirá dando la bienvenida a los niños que huyen de la violencia y la adversidad mientras esperan a que el Congreso cambie las políticas migratorias. Agregó que los niños “no deben convertirse en un tema político”.
Por su parte, el gobernador de Delaware, Jack Markell dijo a él y los legisladores “se nos han convocado a cuidar de los más pequeños de nuestros hermanos y hermanas”.
El alcalde de Chicago, Rahm Emanuel, anunció que en esa ciudad estadunidense se acondicionarán refugios a fin de albergar a mil niños centroamericanos indocumentados para finales de este año.
“Mientras que tenemos nuestros propios desafíos en casa, no podemos darle la espalda a estos menores que están enfrentando condiciones peligrosas”, anotó.
No más migrantes, piden otros estados
Sin embargo, el 9 de julio pasado, el cabildo de la comunidad de League City, suroeste de Houston, aprobó una resolución para impedir que menores indocumentados sean llevados a esa municipalidad por las autoridades federales.
El gobernador de Idaho, C.L. “Butch” Otter, pidió al gobierno federal que no envíe a su estado a ninguno de los niños migrantes no acompañados que se encuentran en la frontera con México.
Ningún funcionario federal ha hablado con las autoridades de Idaho sobre la posibilidad de trasladar niños al estado, pero el vocero de Otter, Jon Hanian, dijo al diario The Spokesman-Review que el gobernador quiere actuar preventivamente para evitar posibles problemas.
Centroamérica y EU acuerdan afrontar juntos causas de migración infantil
Ante esto, los presidentes de Estados Unidos Barack Obama; de Guatemala, Otto Pérez Molina; El Salvador, Salvador Sánchez Cerén; y Honduras, Juan Orlando Hernández, acordaron hoy afrontar juntos las causas de la crisis de inmigración infantil que sacude la frontera sur estadounidense.
“Expresamos nuestro compromiso para trabajar juntos con un espíritu de responsabilidad compartida para resolver las causas subyacentes de la migración al reducir la actividad criminal y promover una mayor oportunidad social y económica”, afirmaron los cuatro mandatarios en una declaración conjunta tras reunirse hoy en la Casa Blanca. (Con información de AP, EFE y Notimex)