Eleno Salazar Flores, uno de los objetivos de la estrategia federal en Tamaulipas, y su cómplice Gerardo Treviño Estrada, ambos detenidos la semana pasada, eran la conexión del Cártel del Golfo (CDG) con las estructuras corruptas de la Policía Ministerial de Tamaulipas, y con policías locales como la de Reynosa.
De hecho, los dos detenidos formaron parte de la Policía Ministerial hasta hace apenas unos meses.
Autoridades ministeriales indicaron a 24 HORAS que de acuerdo con las investigaciones los detenidos, que continuaban en la Subprocuraduría especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), manejaban la “narconómina” de agentes corruptos que colaboraban con el grupo delictivo.
Salazar Flores, conocido con el alias de Pantera 6, desertó antes de que se iniciara en mayo pasado el proceso de evaluación de la corporación, el cual contempló el envío de todos los agentes al estado de Durango para ser examinados.
Treviño Estrada, por otra parte, era comandante de la Policía Ministerial en Reynosa, pero se encontraba en proceso de baja porque no superó las pruebas.
“Se trata de un golpe significativo a la influencia del Cártel sobre las estructuras policiales corruptas que están siendo depuradas a partir de las investigaciones que se han puesto en marcha”, dijo un funcionario ministerial.
Cabe recordar que dentro de la estrategia federal implementada en Tamaulipas a partir de mayo pasado, no solo se contempló el despliegue de fuerzas preventivas sino también una evaluación completa de la policía ministerial adscrita a la procuraduría general de Justicia del Tamaulipas, ante sospechas de corrupción.
La Procuraduría General de la República (PGR) asumió y mantiene hasta ahora varias de las investigaciones de alto impacto.
En el caso de Salazar se presume que era uno de los principales contactos del CDG con la policía ministerial, por lo menos en la zona norte del estado. Estaba al frente de una célula conocida en los círculos criminales como Los Panteras, conformada por judiciales retirados y en activo.
Se prevé que a más tardar mañana ambos ex policías sean consignados a penales de alta seguridad acusados de delincuencia organizada.
Recrudece violencia
Por lo menos 10 personas perdieron la vida la semana pasada como resultado de lo que las autoridades identifican como una disputa entre células rivales del Cártel del Golfo por el corredor fronterizo Río Bravo–Reynosa, zona de vital importancia para el trasiego de drogas, armas, dinero, entre otras actividades delictivas.
Entre la tarde viernes y el sábado se registraron una serie de bloqueos en la zona metropolitana de Reynosa, muchos de ellos reportados en redes sociales, así como choques entre grupos armados y fuerzas estatales y federales. El saldo preliminar de esos incidentes fue de tres presuntos delincuentes y un policía muertos.
A esto se suma la cifra de seis personas fallecidas confirmada por las autoridades de Tamaulipas registradas en Río Bravo entre el 22 y 23 de julio. Cinco de ellos murieron asesinados por una célula rival y otro más en un choque con marinos.