Lo que seguramente le importa a las Chivas de este resultado es que consiguió tres valiosos puntos en la pelea por no terminar en la División de Ascenso. Después, que si rompió un maleficio, una mala racha o una desventurada cadena de casualidades, da lo mismo.
En lo individual las cosas cambian. Hay jugadores que quizá merecen más de lo que ha tenido. Y ese es el caso de Fernando Arce, un tipo que ha jugado 47 partidos con la selección nacional y se ha quedado en la orilla de jugar dos Mundiales.
Resulta que Arce posee uno de los cañones mejor educados del futbol mexicano. Y ayer lo demostró cuando el partido entre los Pumas y las Chivas se estaba acabando. Tomó el balón para cobrar un tiro libre y envió el balón al arrullo de la red. Era el minuto 89 y en un partido como el que se realizó en Ciudad Universitaria, cualquier tanto habría determinado al equipo vencedor.
Desde hace años los encuentros entre Pumas y Chivas se juegan con especial intensidad. No importa si se le escatima el adjetivo de clásico, se juega como tal. Y los Felinos defienden su casa ante ese rival con la fiereza que baja desde las tribunas, porque para ellos hay algo especial en ganarle a los de rayas rojas y blancas, odio deportivo mal correspondido y quizá por eso, especialmente fervoroso.
Las Chivas estuvieron lejos de dominar el encuentro, al menos en lo aparente. Pero si algo hay que destacar del equipo que formaron para este torneo, es que está lleno de experiencia y hambre de triunfo. Así que no debe considerarse casualidad que el local tuviera el balón, pero el visitante las oportunidades.
Arce mismo envió un balón al travesaño a 15 minutos del final, cuando entonces sí, ante un puma que había comprobado que sus garras no tenían filo, las Chivas enseñaban su futbol. Ya en el minuto 9 Jair Pereira había enviado un balón tapatío con el mismo destino.
Otro de los que buscan revancha vestidos de chiva no va por buen camino para conseguirla. Ángel Reyna se ganó una expulsión por aventarle el balón a un rival. Él es otro que se ha quedado a la orilla de dos Mundiales. Y uno más es Israel Castro, quien debió ser el relevo natural de Gerardo Torrado, pero se perdió en el camino hasta ahora, cuando apunta a ser el anclaje de una media cancha que va a causar estragos entre los rivales conforme avance el torneo.
Estas Chivas más allá de buscar salvarse del descenso, van a pelear por el título en la Liguilla apuntaladas por la delantera de Bravo y De Nigris y el liderazgo en la zaga de Carlos Salcido.
Los Pumas, al menos por lo que se alcanza a ver en los dos primeros juegos, van a seguir batallando, aunque es posible que Britos les dé el gol que tanto ansían y que se les ha negado en los últimos torneos. Y entonces, si es así, van a dar de qué hablar.
La respuesta chiva fue un contragolpe de Bravo, a quien Verón le sacó el balón antes de disparar.
Justo cuando el partido ya tenía a Chivas como dueño, Reyna vio la segunda amarilla por aventarle el balón al “Pikolín” luego de que había sido amonestado en la primera mitad por reclamar, aunque Pumas igual se quedó con 10 en la última jugada de la compensación por una dura falta de David Cabrera.
Sin embargo, Arce apareció providencial al 89’ para mandar a las redes, marcar el 1-0 y desatar estallidos de alegría en la masa rojiblanca. Así, pareció confirmar un inicio de torneo en el que Chivas mostró que, más allá de pelear para evitar el descenso, tiene madera para ilusionarse con la Liguilla.