WASHINGTON. Estados Unidos se declaró “profundamente decepcionado” con Holanda por la liberación de Hugo Carvajal, ex jefe de inteligencia militar de Venezuela y cónsul en Aruba, tras su detención en la isla caribeña y su posterior regreso a Caracas, donde acusó a dos funcionarios de la isla de haber recibido dinero para detenerlo.
Carvajal, quien fue propuesto como cónsul general en Aruba en enero, figura desde 2008 en una lista del Departamento del Tesoro, que lo acusa de haber usado su posición como jefe de inteligencia militar de Venezuela para asistir y proteger a narcotraficantes colombianos.
“Estados Unidos está profundamente decepcionado por la decisión del gobierno de Holanda -que administra el territorio de Aruba – de ordenar la liberación del traficante buscado por la justicia Hugo Carvajal en base a una supuesta inmunidad que va más allá de las normas internacionales establecidas”, sentenció un vocero del Departamento de Estado.
Washington recordó que había solicitado formalmente el arresto de Carvajal “conforme a los tratados de extradición existentes entre Estados Unidos, Holanda y Aruba”.
El Departamento de Estado también se mostró “preocupado” porque les han llegado “informes dignos de crédito” que aseguran que “el gobierno venezolano amenazó a los gobiernos de Aruba, Holanda y otros para obtener este resultado”.
“Esta no es la forma de manejar temas que atañen al cumplimiento de la ley”, añadió el vocero
El caso es que Holanda, ante las gestiones de Venezuela, admitió que el ex jefe de inteligencia militar había sido aceptado como cónsul de Aruba, lo que implicaba que su detención, ocurrida el 23 de julio violaba su inmunidad diplomática.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, recibió en Caracas a Carvajal, y aseguró que fue detenido por un expediente falso montado por el ex presidente de Colombia, Alvaro Uribe.
Carvajal fue jefe de la Dirección de Inteligencia Militar en 2004 y luego encabezó la policía política (Disip).
En octubre de 2008, fue incluido en una lista de Estados Unidos que señala a varios oficiales venezolanos por apoyar a la guerrilla colombiana y por actividades de narcotráfico, a quienes se les congelaron cuentas.
Al llegar a Caracas, Carvajal acusó de “corruptos” al magistrado y el procurador que llevaron su caso en Aruba, al afirmar que cobraron por detenerlo. “Quería señalar a dos personas: el juez que trató mi caso y el procurador son corruptos. Yo sospecho que ellos recibieron dinero por hacer lo que hicieron conmigo”, insistió Carvajal, luego de abrazarse con Maduro en el congreso del Partido Socialista (PSUV).
El militar, designado por el gobierno de Maduro a principios de año como cónsul en Aruba, fue liberado después de febriles gestiones y de que, según el canciller venezolano, Elías Jaua, las autoridades holandesas reconocieran que gozaba de inmunidad diplomática.
“Yo voy a ratificar lo que dijo el presidente sobre lo solidario que es el pueblo de Aruba”, expresó el diplomático.
El militar agradeció a sus “camaradas” y al pueblo de Venezuela “por ser tan solidario” en la sala de sesiones del Congreso del PSUV, donde los delegados cantaron el himno nacional tras su llegada.
Maduro manifestó su respaldo completo hacia el ex jefe militar, y describió lo ocurrido en Aruba como “una emboscada terrible”.
Agregó que a Carvajal “le montaron los falsos positivos, utilizando la mafia maiamera”, en alusión a las acusaciones de narcotráfico en su contra.
El canciller venezolano Elías Jaua dijo que deseaba agradecer al “Reino de los Países Bajos y a sus autoridades por la premura en resolver este caso” y actuar “conforme al derecho internacional”.