César Gaviria, el expresidente colombiano que durante su administración logró neutralizar al capo de las drogas Pablo Escobar, arremetió contra la política de combate al narcotráfico que ha implementado México en los últimos años, la cual no ha logrado desarticular a las organizaciones delictivas pero si ha traído consigo un incremento de la inseguridad y los homicidios.

 

El colombiano, quien gobernó al país sudamericano de 1990 a 1994, participó ayer en el Foro Internacional sobre Políticas contra las Drogas Organizado en la Cámara de Diputados, y durante su intervención enumeró varios puntos “débiles”, que van desde el combate a los grupos criminales hasta el tratamiento del tráfico y consumo.

 

Fue enfático en señalar que son errores que se vienen acarreando desde el gobierno de Felipe Calderón, y que siguen en el del presidente Enrique Peña Nieto.

 

“Yo no diría que la política de combate a las drogas de Peña Nieto sea débil, lo que digo es que algunas cosas que no se hicieron en el gobierno anterior tampoco se están haciendo ahora y es momento de que se retomen”, señaló en conferencia posterior a su discurso.

 

Gaviria recordó que en el 2008, segundo año del gobierno de Felipe Calderón, la tasa de homicidios en México era de apenas ocho casos por 100 mil habitantes, mientras que la actual es de 22 crímenes por 100 mil habitantes.

 

“Hay estados en México donde se ha bajado la violencia, es cierto, pero en otros no (…) la principal preocupación, el objetivo número uno de las autoridades de México debe ser frenar la inseguridad en el país, no detener algo que no creo que sea posible hacerlo, como es el flujo de drogas. Pero la seguridad sí se puede recuperar y ese debe ser el primer objetivo, no el aferrarse a parar el tráfico”, dijo.

 

El problema, señaló Gaviria, parte desde los recursos. El ex presidente dijo que en Colombia se destina de 5.5% a 6.5% del Producto Interno Bruto (PIB) para la seguridad, mientras que en México apenas sobrepasa 1%. “México tiene que darse cuenta que es necesario invertir en este problema”, señaló.

 

Pero sobre todo, el mandatario colombiano fue duro con lo que consideró como faltas en la aplicación de la ley en el país contra el crimen organizado, situación de la que señaló como directa responsable a la Procuraduría General de la República (PGR).

 

“No veo situaciones claras en donde no se está avanzando lo suficiente, una de ellas es el tema de la justicia, no sé qué está pasando con el arraigo, se estaba abusando de él y no se está investigando como se debe (…) es momento en que se retomen las reformas judiciales y se asuma con seriedad el reto”, subrayó.

 

Gaviria fue enfático en que no puede medirse el éxito de una política de combate al narcotráfico sólo por número de traficantes detenidos o por toneladas de marihuana o cocaína decomisada, pues el punto principal para los ciudadanos es su propia seguridad.

 

Gendarmería lenta

 

El ex mandatario colombiano también calificó lo que consideró como un avance lento en la implementación de la Gendarmería nacional, la cual debió arrancar este mismo mes pero la fecha no se cumplió.

 

Gaviria sostuvo que si bien ahora parece quedar más claro el objetivo que tendrá dicha División de la Policía Federal, como una fuerza con capacitación castrense para operaciones de alto impacto, resulta imprescindible que ya arranque.

 

“No importa si son 100 mil gendarmes o mucho menos. No se necesita mucha gente sino grupos bien entrenados con contrainteligencia, bien remunerados; no es la cantidad sino grupos pequeños de fuerzas especiales”, indicó.

 

Cuestionado sobre la presencia del Ejército en las calles en varios estados del país, el ex presidente sudamericano dijo que las fuerzas convencionales pueden ser útiles para crear cierto ambiente de tranquilidad en una región, pero fue enfático en que para resultados concretos, se necesitan equipos especiales policiales con capacitación castrense.

 

 

Política a medias

 

Respecto a la política de despenalización del consumo de drogas por la que ha optado México, Gaviria la calificó como acertada pero sostuvo que se trata apenas de una solución a medias.

 

Explicó que la falta de la legalización de la venta origina que jóvenes que ya son adictos tengan que robar dinero y luego buscar vías ilícitas para la adquisición, situación que termina asociando el consumo con el delito.

 

“Una política que simplemente descriminalice el consumo no es una política completa, es sólo recorrer la mitad del camino, la otra parte es apoyar a aquellas personas que son adictas, es optar por un enfoque de salud que implique apoyar a los adictos y darles drogas si es necesario por el bien de la sociedad, y para que no haya tanta inseguridad”, señaló.

 

En ese contexto criticó posicionamiento de México de estar abierto a la legalización de algunas drogas si hay consenso internacional, pues dijo que país debe asumir la responsabilidad de sus propias decisiones para que haya avances y no esperar el permiso de otros.

 

En el DF hay crimen organizado

 

El ex presidente colombiano cesar Gaviria aseguró que en la Ciudad de México, como en cualquier gran urbe del país donde hay consumo de drogas, operan las organizaciones del crimen organizado, aunque destacó que la violencia en la capital de nuestro país no se desbordó como en otros sitios.

 

“Me ha sorprendido como siendo una ciudad tan grande ha mantenido niveles de seguridad superiores a los de otras partes del país aunque creo que es exagerado decir que no hay crimen organizado. Crimen organizado hay, de eso no hay duda”, apuntó.

 

 

Legalización si hay consenso internacional: Campa

 

 

 

El subsecretario de Prevención y Participación Ciudadana de la Secretaría de Gobernación (Segob) Roberto Campa Cifrián, destacó que México es un país abierto al debate sobre la legalización de drogas, sobretodo la mariguana, pero puso como condicionante que exista un consenso internacional sobre el tema.

 

“Hay algunos países que ya lo están resolviendo en el corto plazo por su cuenta, pero nosotros creemos que la comunidad internacional debe tomar esas decisiones siempre a partir de una visión multilateral; no creemos que las soluciones unilaterales sean la solución de las cosas”, indicó.

 

Campa destacó la despenalización del consumo de drogas que existe en México, pero desestimó que nuestro país opte por un camino como el de Uruguay, que decidió despenalizar por completo el consumo de mariguana pese a que en la mayoría de los países aún no hay acuerdos.

 

“El debate debe ser serio, se deben analizas las consecuencias, la experiencias en otros países como si esto incide realmente en la baja de delitos, antes de tomar una decisión”, señaló.