Hace mes y medio, cuando se conocieron las primeras evidencias en video de los contactos entre Rodrigo Vallejo y Servando Gómez La Tuta, el escándalo fue tal que el gobierno federal presionó al gobernador de Michoacán, Fausto Vallejo, para que pidiera licencia definitiva y se separara del cargo. Desde esa fecha -principios de junio-, la PGR tuvo en su poder los videos completos que probaban los nexos del hijo mayor de los Vallejo con Los Caballeros Templarios y se filtraba entonces que la procuraduría ya investigaba al llamado Gerber.

 

Pero ocurrió que, a pesar de las evidencias contundentes, la investigación de la PGR nunca avanzó y extrañamente el caso pareció quedar olvidado en la oficina del procurador Jesús Murillo Karam. Desde entonces circuló en los corrillos políticos la versión de que Fausto Vallejo negoció su salida de la gubernatura con el gobierno federal y, a cambio de presentar su licencia definitiva al Congreso de Michoacán, puso como condición que no se investigará más a su hijo.

 

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Hoy que se conoce el video completo en donde Rodrigo Vallejo toma cerveza y dialoga con La Tuta sobre los problemas del gobierno de su padre, la versión de una negociación política para detener las investigaciones en su contra cobra sentido. No se entiende de otra manera que, habiendo conocido ese video, ni la procuraduría de Murillo Karam ni el comisionado federal para Michoacán, Alfredo Castillo, hayan procedido en contra del hijo de Vallejo.

 

Por mucho menos de lo que se ve y se escucha en ese video, difundido ayer por la agencia de noticias Quadratín, la PGR actuó de manera fulminante en contra de Jesús Reyna, ex secretario de Gobierno y ex gobernador interino, y quien también fue acusado de nexos con La Tuta a partir de un video.

 

Al hijo de Vallejo no sólo se le ve reunido con el capo de Los Templarios, sino que, en un ambiente de camaradería, como de socios, le da explicaciones y le informa de lo que ocurre con su padre, entonces gobernador de Michoacán en funciones. La familiaridad y la confianza con que Servando Gómez trata a Rodrigo Vallejo no deja dudas de que eran viejos conocidos y de que tenían algún entendimiento que seguramente se relacionaba con el gobierno de Fausto Vallejo y el líder del cártel del narcotráfico michoacano.

 

¿Eso no fue evidencia suficiente para que la PGR actuara en contra de Rodrigo Vallejo e investigara también hasta dónde llegaban los arreglos de La Tuta con el gobierno de Fausto? ¿O en este caso pudo más la negociación política que la aplicación de la ley, cuando el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto finalmente logró lo que tanto habían intentado sin éxito, que de manera voluntaria el enfermo y decrépito gobernador priista de Michoacán pidiera licencia y dejara la gubernatura que arrastró durante dos años?

 

Cuando se ha visto la dureza con la que actuaron el procurador Jesús Murillo y el comisionado Alfredo Castillo en otros casos de personajes de Michoacán, como el citado Jesús Reyna, o los líderes de autodefensas Hipólito Mora y José Manuel Mireles, o más recientemente contra la anciana Rosa del Carmen Verduzco y su irregular orfanato, es imposible no cuestionarse por qué no se ha visto esa misma firmeza en contra de los Vallejo si hay las mismas evidencias de sus nexos con la delincuencia organizada. ¿Será que además de pactar con los narcos para llegar al gobierno los Vallejo también pactaron con el gobierno de Peña Nieto para dejar el gobierno y compraron su inmunidad?

 

 

NOTAS INDISCRETAS… A unas horas de que los dictámenes de las leyes energéticas lleguen al Pleno las cosas se están moviendo en San Lázaro. En el PAN ya decidieron que no van a votar a favor de convertir los pasivos laborales de Pemex y la CFE en deuda pública del gobierno. La decisión en la fracción de diputados panistas se dio luego de que varios legisladores expresaran su preocupación porque el PRI está utilizando al blanquiazul para sanear esos pasivos de la petrolera con tal de no tocar al sindicato de Pemex.

 

Los panistas no están todos de acuerdo en cargarles a los mexicanos por varios años el pago de un billón 153 mil millones de pesos, en el caso de Pemex, y casi 500 mil millones en el caso de la CFE, que serían pagados del presupuesto público, y todo para que no toquen al sindicato petrolero y sus onerosas prestaciones y privilegios. Pero lo que acabó de decidir al PAN a bajarse del tema fue la opinión de Gustavo Madero, el dirigente nacional, que de plano habló con los diputados de su partido y les dijo que ese acuerdo, de salvar a Pemex de sus pasivos y convertirlos en deuda para los mexicanos, nunca estuvo en los acuerdos del Pacto por México y que el panismo no puede avalar una deuda de tal magnitud con cargo al erario federal.

 

Al parecer fueron los diputados Rubén Camarillo y Juan Bueno Torio los que comprometieron el voto del PAN, pero al final la mayoría de diputados y la dirigencia nacional dijeron no a avalar esos pasivos millonarios. Así que habrá que ver qué hace el PRI sin el apoyo de los panistas en la votación de esa deuda; si los priistas deciden votarla solos, con sus aliados del PVEM, pagarán un alto costo en votos de castigo en las próximas elecciones del 2015. ¿Se animarán Manlio Fabio y los priistas a correr ese altísimo riesgo?.. Los dados mandan Serpiente. Mal tiro.