La Secretaría de Obras y Servicios (Sobse) del Gobierno del Distrito Federal informó que ya se realizaron 12 pruebas de manera satisfactoria en las curvas 11 y 12, ubicadas entre las estaciones Zapotitlán y Nopalera, para determinar el comportamiento entre la vía y el tren, que previamente fueron habilitados para ello.

 

La dependencia recordó que con los resultados de estas pruebas, practicadas por la empresa Systra, así como con estudios de laboratorio y gabinete, se conformará el programa de rehabilitación, el cual estará listo a finales de agosto.

 

Las pruebas de simulación consisten en rodar el tren sobre una vía de pruebas de mil 272 metros de longitud a velocidades de 10 a 70 kilómetros por hora.

 

“Los ensayos que vimos son un avance importante de la etapa final, previo a la rehabilitación de la Línea 12”, dijo al respecto el titular de la Sobse, Alfredo Hernández, tras un recorrido en el que estuvo acompañado por el presidente de la Comisión Investigadora de la Línea 12 en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), Jorge Gaviño Ambriz.

 

Procedimiento

 

Para la realización de las pruebas se instalaron cuatro cámaras de video sobre la vía, el aparato de vía y en el tren, además se colocaron 106 acelerómetros, 4 mil 260 metros de cable especial, 130 tarjetas electrónicas de sistema de datos y dos equipos de calibración, que en suma representan un peso de 2 mil 455 kilogramos.

 

Las cámaras colocadas en ambos ejes frontales del convoy apuntan a una rueda, con el objetivo de recolectar información del comportamiento de la rodadura sobre el riel.

 

Para estas simulaciones se rehabilitó el riel de la zona de pruebas, en dirección de Mixcoac a Tláhuac, a través de reperfilado y la sustitución de los durmientes y balastos para dejarlo en las condiciones originales. También se cambiaron las 56 ruedas del tren de pruebas.

 

Colás Martinet, vicepresidente de la empresa Systra para América Latina, subrayó que en el tren de pruebas se cargaron tres carros con bidones de agua con un peso de 44 toneladas para simular el peso de los pasajeros.

 

Estas, dijo, sirven para determinar la velocidad, la aceleración, el esfuerzo y la tensión que se genera entre las ruedas de los trenes y las vías del Metro.

 

Los resultados se vaciarán en una base de datos que servirá para conocer en qué punto exacto hay que hacer modificaciones.

 

Las simulaciones seguirán durante esta semana, posteriormente se analizarán para determinar las afectaciones que orillaron al cierre parcial de la Línea 12 y se contará con un plan de trabajo a finales de agosto para comenzar las reparaciones.