Los intentos de rebelión finalmente se apagaron y anoche el PRI y el PAN sellaron el acuerdo final para aprobar juntos, este viernes, la conversión de los pasivos laborales de PEMEX y CFE en deuda pública, con lo que un billón 153 mil millones de pesos de la empresa petrolera, y más de 500 mil millones de pesos de la eléctrica, serán pagados a partir del próximo año con los impuestos de los mexicanos a través de partidas especiales del presupuesto federal.

 

El acuerdo político quedó sellado ayer miércoles entre las bancadas de los dos partidos, luego de que el PAN impusiera como condiciones para dar su voto a favor nuevas y estrictas medidas de transparencia obligatoria para Petróleos Mexicanos, que incluyen las contrataciones de la paraestatal en las que tendrá que haber por ley testigos sociales y varias disposiciones que buscan eliminar la corrupción que existe hoy en día en los procesos de la petrolera.

 

De ese modo, la bancada panista en San Lázaro apagó la disidencia interna y finalmente unificó una posición para votar a favor del llamado Pemexproa, luego de que el martes un grupo de legisladores blanquiazules cuestionara que su partido estaba siendo utilizado por el PRI para aprobar los pasivos laborales con tal de no tocar al sindicato petrolero en su contrato colectivo de trabajo en el que se contemplan las onerosas pensiones y privilegios.

 

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De hecho, el propio dirigente nacional del PAN, Gustavo Madero, expresó sus dudas de que se trasladaran al presupuesto federal los pasivos que en conjunto suman más de tres puntos del Producto Interno Bruto. Madero habló en la víspera con  los coordinadores panistas en San Lázaro para aclarar que no era posición del PAN ayudar al sindicato petrolero y que no había ningún acuerdo sobre la conversión de esos pasivos laborales con el Ejecutivo.

 

Hasta el martes en el PAN se decía que los diputados Juan Bueno Torio y Rubén Camarillo habían comprometido, indebidamente, el voto a favor de la fracción blanquiazul, aunque no había una posición unificada entre los legisladores. Pero ayer finalmente el consenso se alcanzó en la bancada panista y el acuerdo fue exigir al PRI que se incluyeran en las leyes secundarias las nuevas obligaciones y disposiciones que en materia de transparencia y adjudicación de contratos  tendrán que observar Pemex y CFE, aun cuando  su nuevo estatus jurídico sea el de “empresas productivas del Estado”.

 

Tras el acuerdo, anoche en San Lázaro, tanto en las bancadas del PRI como del PAN se daba por hecho que este viernes se votará el último paquete de las leyes secundarias energéticas, en el que queda contemplado que a partir del próximo año, en el presupuesto federal se considerarán partidas específicas para pagar las pensiones de Pemex y CFE por un billón 680 mil millones de pesos, además de 250 mil millones de pesos del IMSS, que quedarán en un nuevo rubro presupuestal denominado “Requerimientos financieros del sector público”.

 

De ese modo, con los votos del PRI y el PAN, la oposición de la izquierda al llamado Pemexproa, finalmente será aplastada mañana. Terminará así, este viernes, un  accidentado proceso de aprobación de la reforma energética, cuyo saldo final, después de más de un año de discusiones, encontronazos, debates y hasta jaloneos en el Congreso y en las calles, serán las promesas de que con esta reforma del presidente Enrique Peña Nieto habrá crecimiento económico, aunque eso, de ocurrir sería hasta dentro de dos años, además del ofrecimiento demagógico de que bajarán el costo de la luz eléctrica y el gas.

 

Y junto con todas esas promesas, que hasta ahora son sólo eso, esta reforma nos dejará también como herencia una millonaria deuda de casi dos billones de pesos que se destinarán del presupuesto público para pagar las pensiones y pasivos de Pemex y la CFE. Eso sí nunca nos lo dijeron en las demagógicas campañas publicitarias para vender la reforma energética.

 

NOTAS INDISCRETAS…La Policía Científica, de la Policía Federal, entregó ayer finalmente su peritaje sobre lo que ocasionó la muerte del niño Luis Alberto Tehuatlie,  lesionado durante los enfrentamientos que hubo en Chalchihuapan, Puebla. Según los  peritos federales la lesión que finalmente mató al menor fue producida por un cohetón y no por una bala de goma como se dijo en un principio. A partir de ese peritaje, el procurador de Puebla, Víctor Carrancá, aseguró que se investigará a los culpables de la muerte del niño y adelantó que, según los videos en su poder, en el enfrentamiento con la policía hubo manifestantes que utilizaron piedras, bombas molotov y cohetones, por lo que comenzarán a investigar a varias personas a las que se ve en los videos…Los dados mandan Escalera doble. Mejora el tiro.