ATLANTA. Dos estadounidenses infectados con Ébola en Liberia será las primeras víctimas conocidas de la enfermedad mortal en ser atendidos en el continente y en particular en Estados Unidos.
El primero de los dos asistentes humanitarios estadunidenses que reciben tratamiento llegará de África a Estados Unidos este sábado, confirmaron funcionarios de gobierno a CNN este viernes. Corrigieron la información inicial de que llegaría hasta el lunes.
El segundo llegará un par de días más tarde, probablemente el lunes.
Los pacientes, el doctor Kent Brantly y la voluntaria Nancy Writebol, que han trabajado en múltiples grupos de misiones humanitarias estadounidenses se dirigirán al Hospital de la Universidad de Emory en Atlanta, bajo el mando del médico Bruce Ribner, quien adelantó que supervisaba la instalación de la unidad de aislamiento de Emory, donde se les atenderá.
Mientras que el traslado de los trabajadores humanitarios infectados está destinada a mejorar sus posibilidades de supervivencia y seguirá estrictos protocolos de seguridad, los riesgos asociados a la importación del virus mortal al continente ha generado preocupación no sólo en Atlanta, sino en todo Estados Unidos.
Luego de que un avión despegó de Georgia, hacia Liberia para recoger a los dos misioneros estadounidenses que luchan por sobrevivir al mortal virus, las redes sociales en EU se saturaron de reacciones temerosas. En muchas de ellas se pedía mantuvieran a los pacientes infectados fuera del país.
“Los pacientes han sido evaluados, y (funcionarios médicos en Liberia) sienten que son seguros para el traslado”, dijo Ribner de los dos voluntarios enfermos, que más tarde fueron señalados como en estado “estable”.
La unidad, creada en colaboración con el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades, que se ubica en la misma calle, está diseñada para optimizar la atención a las personas con enfermedades infecciosas, salvaguardando a los trabajadores de salud y los visitantes. El hospital de Emory es uno de las cuatro instituciones estadounidenses capaces de ofrecer tal cuidado, señaló Ribner.
Destacó que mantienen muchas precauciones en el lugar para evitar que el mortal virus se propague. Desde control de todo lo que esté dentro y fuera de la unidad, “un manejo especial del aire” y ventanas y un intercomunicador para que puedan interactuar con los pacientes sin estar en la misma habitación.
Como uno de los cuatro médicos que supervisará el tratamiento de los pacientes, Ribner aseguró: “No tengo ninguna preocupación por mi salud, ya sea personal o la salud de los demás trabajadores de la salud que van a trabajar en esa unidad.”
Ébola no es “un patógeno místico (con) con algún modo extraño de transmisión”, señaló el médico, quien agregó que se transmite de forma similar a enfermedades como el SARS o el VIH. (Con información de ABC News y The Wall Street Journal)