La Arquidiócesis Primada de México criticó que la reforma energética propuesta por Enrique Peña Nieto establezca que los pasivos laborales de Petróleos Mexicanos sean asumidos por los contribuyentes para rescatar a la empresa.

 

En la editorial de su semanario Desde la Fe titulado ¿Salvar a Pemex?, asegura que la reforma está eclipsada por el daño financiero de una empresa que ha sido “botín de pocos y lastre para los contribuyentes”.

 

Rememora que Pemex ha sufrido transformaciones, “aglutinando a miles de trabajadores y concentrando el monopolio de la explotación de los hidrocarburos para generar millones de dólares que deberían invertirse en las necesidades del Estado mexicano”.

 

Detalla que el problema se dio cuando en lugar de invertir, se gastó en “prestaciones increíbles”, cuya carga ahora se pretende absorber, aunado a las irregularidades en los sectores de la empresa como pagos improcedentes de contratos, pérdidas millonarias en la producción, arrendamientos sin cobrar, licitaciones directas improcedentes, la suspensión en el desarrollo de Sistemas de Recursos Humanos y de Nómina.