Elizabeth Warren, una profesora de Harvard y actual senadora por Massachussets, ha acaparado el reflector político en los últimos tiempos en Estados Unidos como el referente de la izquierda que se revea contra las desigualdades sociales.
Y hace un par de semanas parece haber guiñado el ojo a un sector cada vez más importante y poderoso entre el electorado estadunidense, los 50 millones de habitantes origen latino a lo largo de Estados Unidos, el llamado latino power.
Con su estilo que cautiva audiencias, sin rodeos ni eufemismos –algo poco visto entre los políticos- la senadora dictó un severo discurso contra las grandes corporaciones y los bancos durante la Conferencia Nacional del Concilio La Raza (CNLR o NCLR, en inglés), el mayor lobby latino del país.
Warren se postula en favor de la clase media trabajadora y en contra de los errores cometidos desde Wall Street.
Allí habló de la importancia de la igualdad en Estados Unidos sin importar color, raza o idioma, en uno de los eventos enfocados a los latinos y la economía.
“Creemos que la igualdad significa igualdad. No importa el color de la piel, no importa la lengua que tu familia hable, no importa a quién ames; en este país igualdad y nosotros lucharemos por ella”, enfatizó.
Pero sin duda, la senadora estrujó a la audiencia y ese eco resonó más allá, cuando habló sobre lo que consideró una estafa a la población latina durante la “crisis de las hipotecas” del 2008, en donde desplegó todos sus conocimientos sobre el tema:
“En la década del 2000, los agentes de hipotecas fueron por los latinos y por los negros para venderles las peores hipotecas. Por todo el país, los latinos fueron robados por agentes con camisas blancas y amplias sonrisas”.
Y no dudó en disparar contra las tácticas ilegales con las que algunos bancos desalojaron a los ciudadanos de sus hogares sin darles ninguna oportunidad.
“Los latinos tenían un 71% más de posibilidades de perder sus casas que una familia no latina. ¿Cómo puede pasar eso en Estados Unidos?”, agregó.
La realidad, agregó, fue que para 2006, una familia latina que ganaba 200 mil dólares al año terminaba con una hipoteca de enormes costos y alto riesgo en comparación con una familia no latina que ganaba 30 mil dólares al año.
En la misma cita también tocó otras aristas. Señaló lo importante que es que la reforma migratoria propuesta por el presidente Barack Obama se realice. Y hasta una salida legal para los indocumentados mencionó.
“Una de las maneras que podemos salvar a los fondos del Seguro Social es si se aprueba la reforma migratoria integral. Traer trabajadores, sacar a la gente de la oscuridad, de esa economía sumergida, y que todo esté encima de la mesa”.
La senadora, a quien los medios en EU han bautizado como “la gran dama” de la izquierda estadounidense representa a una nueva corriente dentro del Partido Demócrata, que para algunos es la extrema izquierda pero que ahora se le considera como el factor sorpresa que podría quitar a la ex secretaria Hillary Clinton su aspiración por la presidencia en 2016, como ocurrió con el desconocido senador de Chicago en 2007, Barack Obama.
Quién es Elizabeth
Apareció en la escena política estadunidense en 2011, cuando por mandato del presidente Obama, se encargó de crear la Agencia de Protección Financiera del Consumidor, una especie de nuestra Condusef (Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros), el cual defiende los intereses ciudadanos frente a los abusos de las entidades bancarias.
En aquel momento esta encomienda la llevó a ser llamada “la nueva alguacil de Wall Street” por la revista Time. Sin embargo no presidió la agencia como se esperaba, luego de que la Casa Blanca decidió de última hora retirar su candidatura al prever que no lograrían el aval de la bancada republicana.
Sin embargo, un año después, en 2012 consiguió hacerse con un escaño en el Senado, pero uno muy particular. Animada por las bases más progresistas demócratas logró arrebató la curul de Massachusetts a Scott Brown, un republicano del Tea Party – el ala más dura de la derecha en EU- y que por cuatro década había ocupado Ted Kennedy.
Con una tremenda popularidad logró recaudar más de 40 millones de dólares en su campaña, y lo más destacable es que gran parte fueron pequeñas donaciones de ciudadanos sin grupo que fueron cautivados por su mensaje.
La que quita el sueño a Hillary
A sus 65 años, y luego de ser la primera universitaria en su familia y de trabajar arduamente, podría convertirse en candidata a presidenta de Estados Unidos en el 2016.
Aunque la senadora ha negado estar interesada en ello, grupos de partidarios ya se han organizado para crear diversas plataformas a fin de recabar apoyos para convencerla de que debe aspirar a ocupar la Casa Blanca.
Semanas atrás, un grupo creó la campaña Ready for Warren (preparados para Warren) en tanto un segundo esfuerzo lleva el nombre Run Liz Run!.
Al parecer eso ya le quita el sueño a la ex secretaria Hillary Clinton, quien por años ha sido la demócrata favorita.
Marcada por su origen
La senadora cuenta con la historia ideal del sueño americano cumplido. Su historia personal esta marcada por la pérdida de su padre, un obrero que perdió su empleo por un ataque al corazón, y su madre, una mujer que debió ponerse a trabajar para no perder la casa hipotecada en la que vivía con sus cuatro hijos.
Nació en Oklahoma en una familia de clase media que vivió un fuerte cambio cuando el padre, que se dedicaba a dar mantenimiento a edificios, sufrió un infarto y murió.
Al verse desprotegida y con varios hijos, su madre salió a trabajar como vendedora en la tienda departamental Sears, mientras que ella, con 13 años, se convirtió en mesera de un restaurante de comida mexicana, lo que la acercó a la cultura latina.
Warren ha recordado en declaraciones a distintos medios como ella creció en una economía donde el salario mínimo de un trabajador era elevado y las cuotas de ingreso y estudios universitarios eran bajas. Lo que hoy ya no es posible.
“Los republicanos le dieron una dirección diferente a este país y las consecuencias económicas para las familias han sido devastadoras”, fustiga.
Warren en frases
“No hay nadie en este país que se haya hecho rico por sí mismo. Nadie”… ¿Has construido una fábrica? Bien por ti. Pero quiero dejarlo claro: llevas tus productos al mercado en carreteras que pagamos el resto. Contrataste trabajadores que el resto de nosotros pagamos para educar. Estuviste a salvo en tu fábrica gracias a las fuerzas de policía y a los bomberos que pagamos el resto”, dijo Warren sobre por qué se han de aumentar los impuestos de los que más tienen en un evento celebrado en 2011 en Andover, Massachusetts.
“Hay ahí fuera fiscales federales o de distrito estrujando a ciudadanos comunes todos los días, a veces por cosas muy pequeñas, y llevándolos a juicio con intención de dar ejemplo… Me preocupa que el “too big to fail” (demasiado grande para quebrar) se haya convertido en “too big for trial” (demasiado grande para un juicio). Esto me parece simplemente injusto”, aseguró en su primera aparición en el comité bancario del Senado a inicios de 2014.
“Hoy es un gran día para los multimillonarios. Para los 40 millones de personas que se enfrentan a las deudas por préstamos estudiantiles, no ha sido un día así. Todo esto hace surgir una pregunta fundamental: ¿para quién trabaja Washington?”, dijo Warren tras su última batalla en el Senado para tratar de que se aprobara una ley que aliviara la situación de millones de estudiantes de EU permitiéndoles refinanciar sus deudas a tasas de interés más bajas.