Debido a su naturaleza militarizada, la Gendarmería Nacional no contará con una visión de respeto a los Derechos Humanos; tendría un enfoque apara privilegiar la seguridad del Estado y sus instituciones, lo cual tendrá un “impacto negativo”, de acuerdo a un estudio especializado elaborado por el especialista Miguel Moguel.
Dicho panorama está dentro de las principales problemáticas a las que podría enfrentarse este nuevo cuerpo policial, el cual después de reiterados aplazamientos estará operando este mes, de acuerdo con el Comisionado Nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido.
El informe “El debate entre políticas de seguridad, democracia y derechos humanos: El caso de la nueva Gendarmería Nacional» aborda si esta nueva fuerza podrá tener un impacto real en la situación de seguridad del país.
En su estudio, Moguel refiere que ante la crisis de derechos humanos, la Gendarmería debería contar con una visión de respeto y protección de los ciudadanos. Sin embargo, está basada fundamentalmente en un presupuesto que prioriza la protección del propio Estado y sus instituciones.
“La naturaleza castrense en la formación de la Gendarmería Nacional nos obliga hoy más que nunca a sostener el valor que tiene la vigencia de los derechos humanos y que lleva consigo la renuncia a una tradición autoritaria”, indica el estudio.
Al respecto, un análisis de la consultora Insight Crime sobre el informe de Moguel, sostienen que dicha orientación militarizada de esta nueva división policial provocaría un alza en los casos de abusos contra los Derechos Humanos como son la tortura, el asesinato y las desapariciones forzadas.
El informe señala además que el énfasis reiterado en la centralización de sus operaciones evidencia el traslado de funciones de seguridad pública de las policías municipales a las estatales; y la concentración de funciones vinculadas a la seguridad federal en la Secretaría de Gobernación, lo cual, indica Miguel Moguel, “no deja de tener cierta reminiscencia de nuestro pasado reciente de autoritarismo en la década de los setenta”.
El fenómeno de corrupción es otro eje fundamental abordado en el informe, debido a que a la fecha, supuestamente a unos días de su puesta en marcha no se cuenta con una verdadera distinción de cómo se conducirá en sí misma y su acercamiento con otras agencias de seguridad.
«La historia de las fuerzas de seguridad en México está llena de ejemplos de las fuerzas ‘incorruptibles’ que caen en el mismo patrón que sus predecesores. No importa que tan ‘a prueba de la corrupción’ se hayan diseñado, pues las fuerzas de seguridad no existen en un vacío y serán susceptibles a las mismas fuerzas que corrompieron a sus precursores», apunta.
Aunado a esa situación, Moguel acusa que aunque está a unos días supuestamente de entrar en operaciones resulta muy difícil el acceder a información oficial sobre la iniciativa de la Gendarmería, y ante ese obstáculo, varias de las referencias para realizar el informe se basaron en declaraciones públicas de funcionarios involucrados, los cuales, en algunos casos incluso fueron un tanto contradictorias.
El 12 de julio pasado, el titular de la CNS sostuvo que a finales de julio o principios de agosto arrancarían operaciones los 5 mil 054 elementos en una primera etapa de la Gendarmería. Aunque originalmente el 13 de julio de 2014, Día de la Policía Federal, era la fecha anunciada.
Sobre sus funciones, fuentes del gabinete de seguridad aseguraron a este diario que uno de los objetivos fundamentales que tendrá es vigilar instalaciones clave o de seguridad nacional, para lo cual se prevé contar con un reclutamiento anual de cuatro mil efectivos para que en 2018 al menos 16 mil elementos estén integrados.
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