MOSCÚ. El presidente ruso, Vladímir Putin, respondió con contundencia a las sanciones adoptadas por Estados Unidos y la Unión Europea por el papel de Rusia en el conflicto ucraniano al prohibir por un año las importaciones desde esos países.
El decreto firmado por el jefe del Kremlin alude a “la adopción de medidas económicas especiales para garantizar la seguridad de la Federación Rusa”.

 

Estas medidas afectarán a “clases específicas de productos agrícolas, materias primas y alimentos”, lo que podría perjudicar en gran medida a la Unión Europea, cuyas exportaciones de carne, frutas y verduras al mercado ruso son cuantiosas.

 

Aunque su dependencia de las importaciones se ha reducido en los últimos años, Rusia es un país tradicionalmente importador de productos agrícolas y alimenticios de países de su entorno -Ucrania, el Cáucaso y Asia Central-, europeos y asiáticos.

 

Los países implicados serán aquellos que “hayan tomado decisiones sobre sanciones económicas contra personas físicas o jurídicas rusas o se hayan sumado a tales decisiones”, añadió.

 

Al mismo tiempo, el decreto abre la posibilidad de que el plazo de prohibición de las importaciones sea modificado.

 

Putin encarga al gobierno encabezado por el primer ministro, Dmitri Medvédev, que determine qué productos deben ver prohibida su entrada en el mercado ruso.

 

Además, encomendó al ejecutivo que aumente la oferta de productos nacionales e impida un alza de los precios de estos ante la reducción de las importaciones.

 

Para curarse en salud, el director del departamento de negociaciones comerciales del Ministerio de Economía, Maxim Medvédkov, aseguró que las medidas anunciadas por Putin están en consonancia con la Organización Mundial del Comercio.

 

Rusia ya había prohibido la importación de frutas y verduras de Polonia, estrecho aliado de Kiev que abogó con especial ahínco por la introducción de sanciones contra Moscú por su apoyo a los insurgentes prorrusos del este de Ucrania.

 

El Gobierno polaco no ha dudado en tachar dicha decisión rusa de “venganza”.

 

Además, el 1 de agosto pasado Moscú introdujo un embargo a la importación de soja, maíz y girasol de Ucrania, cuya economía depende en buena medida del comercio con el país vecino.

 

En una reciente conversación telefónica con el presidente de EU, Barack Obama, el líder ruso aseguró que las sanciones eran “contraproducentes” y que “causarán graves daños a las relaciones bilaterales y a la estabilidad internacional, en general”.

 

Entonces, Obama advirtió a Putin de que Rusia afrontará aún más “costos y aislamiento si no da pasos concretos” para la estabilización de Ucrania.

 

EU demanda a Rusia “presionar a los separatistas para que accedan a un alto el fuego, apoyar una hoja de ruta para las negociaciones y detener el flujo de combatientes y armas a Ucrania”.

 

A finales de julio el Fondo Monetario Internacional ya rebajó las previsiones de crecimiento de la economía rusa hasta el 0.2% para este año (1.3% en abril) y el 1% en 2015 (frente al 2.3% anterior), mientras los propios economistas rusos auguran una recesión para este año o el próximo.

 

La OTAN ve indicios de invasión rusa

 

BRUSELAS. La OTAN afirmó que Rusia ha concentrado a unos 20 mil militares “listos para el combate” en las proximidades de su frontera con Ucrania y que podría utilizar el “pretexto” humanitario para el despliegue de las tropas.

 

“No vamos a adivinar lo que Rusia tiene en mente, pero podemos ver lo que Rusia está haciendo sobre el terreno y eso es de gran preocupación”, dijo a la prensa la vocera aliada, Oana Lungescu.

 

También aseguró que la OTAN “sigue urgiendo a Rusia a retirar a todas sus fuerzas militares de la frontera con Ucrania” y a “ejercer su influencia” entre los separatistas armados para que depongan las armas y renuncien a la violencia.

 

Por su parte, el primer ministro polaco, Donald Tusk, alertó de que “la amenaza de una intervención de Rusia en Ucrania es ahora mayor”, ya que, agregó, Moscú ha incrementado en los últimos días su presencia militar en la frontera ucraniana.

 

La respuesta de Rusia no se hizo esperar. El Ministerio de Defensa de Rusia negó que haya concentrado tropas en la frontera con Ucrania.

 

“Apenas el representante del Pentágono informó de una agrupación rusa de 10 mil efectivos cerca de la frontera, el subsecretario general de la OTAN dijo que allí ya hay 20 mil soldados rusos”, indicó el general Ígor Konashenkov, vocero ministerial, citado por agencias locales.

 

El general comparó las reiteradas denuncias de la Alianza Atlántica sobre una supuesta escalada de la presencia militar rusa en la frontera con Ucrania con una subasta en la que, cuanto más alta es la cifra, mejor.

 

“Es imposible realizar una maniobra con una agrupación de miles de tropas con armamento y técnica militar en un plazo de tiempo tan corto, más aún a escondidas de los observadores de la OSCE (Organización sobre la Seguridad y la Cooperación en Europa)”, subrayó.