MOSCÚ. El gobierno ruso concedió un permiso de residencia durante tres años al ex analista de los servicios secretos estadunidenses que dio a conocer las actividades de espionaje de la NSA alrededor del mundo. Edward Snowden ha recibido permiso de residencia mientras la Casa Blanca volvió a exigir el regreso su a EU para que sea sometido a juicio.
El abogado de Snowden, Anatoli Kucherena, anunció en Moscú que el joven de 31 años tendrá libertad de movimiento en Rusia durante tres años y también podrá viajar al extranjero, pero no durante más de tres meses. La autorización es prorrogable por otros tres años y después de pasar cinco años en Rusia, Snowden podrá solicitar la nacionalidad si lo desea.
“Un ciudadano extranjero que recibió permiso de residencia puede, sin ninguna duda, optar a la ciudadanía. En la ley está escrito: no menos de cinco años”, dijo el abogado. Al mismo tiempo, recordó que Snowden es, por el momento, un residente temporal en la Federación Rusa y que no ha recibido asilo político.
Kucherena recordó que si bien su cliente es libre para desplazarse adonde le plazca, debe tener en cuenta las amenazas a su seguridad. “Debe pensar en su seguridad. Su estilo de vida es bastante modesto. Partimos del tono de las declaraciones vertidas por el departamento de Estado norteamericano y por otros políticos”, señaló.
Snowden vive en Moscú protegido por una compañía de seguridad privada, tiene un trabajo por el que recibe un salario y, además, cuenta con ayuda económica de organizaciones no gubernamentales. En cuanto a su futuro, el abogado explicó que Snowden aún no ha decidido si regresará algún día a Estados Unidos, donde es reclamado por la Justicia y es acusado de alta traición por haber revelado una trama de espionaje masivo llevada a cabo por los servicios secretos estadounidenses.
Agregó que el ex espía no tiene nada que ver con las personas que han decidido seguir su ejemplo y revelar secretos de Estado. “No sólo es uno, son muchos. Pero Edward no tiene nada que ver con ellos. Los pasos que dio Edward no dejan a nadie indiferente”, recalcó Kucherena.
El ex contratista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) llegó al aeropuerto moscovita de Sheremetievo el 23 de junio de 2013 con la intención de dirigirse a algún país latinoamericano, pero se vio obligado a permanecer en la zona de tránsito, desde donde pidió asilo a 21 países. Cuatro países latinoamericanos se lo ofrecieron -Ecuador, Bolivia, Nicaragua y Venezuela-, pero ante la imposibilidad de viajar fue finalmente Rusia la que le concedió asilo el 1 de agosto, después de cinco semanas en una especie de limbo.