ESTAMBUL. El primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan ganó el domingo las primeras elecciones presidenciales directas en el país, informó el consejo supremo electoral, resultado que le garantiza permanecer al frente del país al menos cinco años más.
Erdogan superaba a sus rivales con 53,05% de los votos cuando el conteo había alcanzado el 93,7 por ciento de las urnas, de acuerdo con la agencia noticiosa estatal Anadolu.
De sus principales contrincantes, Ekmeleddin Ihsanoglu obtenía el 37,81% de los sufragios y Selahattin Demirtas, el 9,14%.
“El pueblo ha mostrado este día su voluntad en las urnas”, dijo Erdogan el domingo en la noche en un breve discurso ante miles de partidarios en Estambul, pero se abstuvo de declararse ganador.
Afirmó que viajará a la capital, Ankara, para dirigirse a sus simpatizantes el domingo en la noche desde la sede de su partido una vez compilados todos los resultados.
Según la agencia estatal Anadolu, que tiene reporteros en los centros de escrutinio en todo el país, Erdogan fue el ganador de los comicios. La comisión electoral de Turquía tiene previsto para el lunes difundir los resultados oficiales.
Para que un candidato sea proclamado oficialmente ganador debe captar una mayoría absoluta de votos, caso contrario disputarán el 24 de agosto una segunda vuelta electoral los dos aspirantes que hayan obtenido el número más alto de sufragios.
Erdogan, que cumple su tercer mandato como primer ministro, a la cabeza del Partido para la Justicia y el Desarrollo (AKP), con raíces islámicas, se ha convertido en una figura que polariza al país.
Muchos lo apoyan con fervor como el hombre del pueblo que ha liderado a Turquía durante un periodo de prosperidad económica, pero sus críticos lo ven como un líder cada vez más autocrático que se inclina a concentrar el poder e imponer sus puntos de vista religiosos y conservadores en un país fundado sobre sólidas tradiciones seculares.
Fadi Hakura, miembro asociado del centro de estudios Chatham House, en Londres, dijo que la victoria de Erdogan podría significar una continuación de su controvertido estilo de gobernar.
“No creo que (su triunfo) traiga muchos cambios a Turquía. Esencialmente si uno mira el estilo de gobernar del primer ministro Erdogan, al menos en los últimos cuatro o cinco años, ha sido cada vez más individualista, dominante, peleonero, controvertido e ideológico”, declaró Hakura antes de los comicios.
“Por eso no creo que su asunción de la presidencial cambiará la naturaleza y carácter de la forma de gobernar en Turquía”, agregó.
Sin embargo, Hakura dijo que Erdogan ha aplicado un controvertido estilo de política polarizadora del “nosotros contra ellos” con el propósito tal vez de exacerbar las tensiones sociales y políticas en Turquía en momentos de agitación en países vecinos como Irak y Siria.
Aunque la presidencia tenía anteriormente un papel principalmente protocolario, Erdogan se ha comprometido a transformar el cargo en una posición poderosa, algo que sus detractores dicen demuestra que él está empeñado en una toma de poder.
Erdogan ha dicho que va a reactivar los poderes latentes raramente utilizados del puesto —un legado de un golpe en 1980— como la posibilidad de convocar al parlamento y presidir las reuniones del gabinete.
Las reglas del partido prohíben a Erdogan servir otro mandato como primer ministro. Los presidentes turcos eran elegidos por el parlamento, pero el gobierno de Erdogan impulsó una enmienda constitucional en 2007 que cambió el procedimiento al de votación popular.