A las Chivas nada las calienta, ni siquiera tener cerca la hoguera del descenso. Un par de resultados puede ponerlos últimos en la tabla del descenso, justo la posibilidad que quisieron evitar armando un equipo de veteranos de más de mil batallas..
El panorama es bastante claro: A pesar de que faltan 30 juegos para conocer al próximo equipo condenado al descenso, si en las dos próximas fechas los rojiblancos suman un par de descalabros combinados con un triunfo del Puebla y dos de los Leones Negros, ocuparán el último lugar en la tabla de porcentajes
Es el duro golpe de realidad que vino tras la derrota ante el Pachuca. Aquél contundente 3-0 dejó al Rebaño en el sitio 16 de la tabla porcentual y sólo tres puntos arriba de La Franja, lugar 17.
Sin embargo, los dirigidos por Carlos Bustos cuentan con una ligera ventaja: De aquella poco fructífera gira por los Estados Unidos, las Chivas dejaron pendiente su encuentro de la Jornada 3, precisamente contra la Universidad de Guadalajara, duelo que se disputará el 7 de septiembre y que invariablemente pondrá a uno de estos dos clubes más cerca del fondo del descenso.
Así, una vez más la esperanza rojiblanca podría volcarse en la incapacidad rival más que en la capacidad propia, pues mientras los Leones Negros y el Puebla continúen peleados con las victorias, no habrá fuerza que caliente los motores de un equipo que pese a que se reforzó para ser protagonista, despliega un futbol tan frío como los números que hoy lo ponen tan cerca de la Liga de Ascenso.