El tráfico ilegal de especies además de constituir un delito implica importantes riesgos para la salud de una población y los ecosistemas, tanto del que fue extraído el ejemplar como al que llega, advierte un estudio de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático.

 

De acuerdo con el reporte “Tráfico ilegal de especies silvestres y sus impactos”, al adquirir una especie silvestre, una persona se expone a miles de patógenos desconocidos en su medio, los cuales puede propagar entre su familia y comunidad, incluso existen registros de enfermedades zoonóticas que se han presentado en varios países debido a esta problemática, las cuales pueden provocar pandemias.

 

De acuerdo con Adrián Reuter, director en México del programa Traffic del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), cuando la Profepa hace aseguramientos y decomisos en los que desconoce el origen del espécimen, se corre el peligro de liberar al individuo en un ambiente que no es el suyo, lo que puede traer más problemas que el “beneficio” de liberar a un animal más.

 

“Las especies exóticas o introducidas también representan una fuerte amenaza para los ecosistemas mexicanos debido a su potencial para convertirse en especies invasoras o nocivas. Su reproducción de forma descontrolada tiene efectos devastadores en las poblaciones de fauna y flora autóctona o nativa”, advierte la Semarmat.

Reuter agregó que la liberación y monitoreo de especies requiere una fuerte inversión de recursos humanos y económicos, algo de lo que carece la autoridad ambiental en el país.