WASHINGTON. Estados Unidos reveló hoy que decidirá “en cuestión de días” si organiza un rescate de los miles de civiles desplazados en el monte Sinyar, en el norte de Irak, al tiempo que aumentó la presión para la salida del poder del primer ministro iraquí, Nuri Al Maliki.
Los 129 asesores militares estadounidenses enviados este martes a Irak tienen la misión de “evaluar cómo sacar a la población de la montaña” para que el presidente de EE.UU., Barack Obama, pueda tomar una decisión al respecto en los próximos días, aseguró hoy el asesor adjunto de seguridad nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes.
“Estamos sopesando (abrir) corredores (humanitarios), llevar a cabo evacuaciones aéreas y otras formas de trasladar a la gente que está en un lugar muy peligroso en esa montaña a una posición más segura”, precisó Rhodes en una conferencia de prensa.
Pese a que Obama descartó hace semanas la posibilidad de que las tropas estadounidenses enviadas a Irak puedan entrar en combate, la Casa Blanca no descartó hoy que esos asesores militares puedan desplazarse hasta el terreno en el monte Sinyar para un eventual rescate de los civiles iraquíes.
“Lo que (Obama) ha descartado es reintroducir a las fuerzas estadounidenses en el combate sobre el terreno en Irak, pero hay una serie de formas en las que podemos apoyar la retirada segura de esas personas de la montaña”, señaló Rhodes.
Los 129 militares recién llegados a Irak se encuentran en Erbil, la capital del Kurdistán iraquí, y se dedicarán a “evaluar las condiciones sobre el terreno” y enviar sus recomendaciones al Pentágono para que sirvan de base a la decisión que tome Obama, explicó hoy Stephen Warren, portavoz del Departamento de Defensa.
El Pentágono no ha dispuesto una fecha límite para obtener las recomendaciones de los expertos militares, pero espera obtenerlas “rápido”, agregó Warren en una conferencia de prensa, donde aclaró que son 864 los militares estadounidenses en Irak, a los que deben sumarse otros 100 soldados que protegen la embajada en Bagdad.
Estados Unidos considera que “no es sostenible” mantener indefinidamente las entregas aéreas de alimentos, agua y medicamentos a los desplazados que permanecen atrapados en el monte Sinyar debido a los avances del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en el norte de Irak, según destacó Rhodes.
Aunque las tropas iraquíes han comenzado ya las evacuaciones, se calcula que más de 40.000 civiles, en su mayoría yazidíes kurdos y cristianos, se encuentran todavía atrapados en el monte Sinyar y con necesidad urgente de agua, comida, refugio y medicinas.
“Tiene que haber una solución duradera que lleve a esa población a un lugar seguro en el que puedan recibir una asistencia más permanente”, afirmó el asesor de Obama.
Mientras, el Pentágono cumplió su sexto día de bombardeos selectivos sobre posiciones yihadistas en el norte de Irak, con “alrededor de siete ataques” desplegados durante la jornada de hoy, según Rhodes.
En uno de los ataques, un dron destruyó un vehículo de EI al oeste de Sinyar, según informó el Mando Central de EE.UU., encargado de las operaciones en Oriente Medio, en un comunicado.
Por otra parte, el Gobierno estadounidense continuó su presión a favor de la formación de un nuevo Gobierno en Irak con el chií Haidar Al Abadi al frente, y pidió por primera vez de forma abierta al actual primer ministro iraquí, Nuri Al Maliki, “respetar” ese proceso y abandonar el poder.
Al Maliki se resiste a dejar su cargo y hoy anunció que su Gobierno “no cesará ni será reemplazado a menos que el Tribunal Supremo Federal emita una resolución que así lo ordene”.
“Nuestro mensaje a Al Maliki y a los otros líderes de Irak es que éste es el proceso que cumple con lo dispuesto en la Constitución de Irak. Él tiene que respetar ese proceso y dejar que siga adelante”, dijo Rhodes.
“Cualquier esfuerzo para que ese proceso descarrile o para recurrir a la violencia será rechazado no sólo por Estados Unidos, sino también por la comunidad internacional”, alertó el funcionario.
Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y otros países, incluido Irán, han respaldado el nombramiento de Al Abadi pese a las denuncias de Al Maliki de que se ha violado la Constitución, y hoy Rhodes aseveró que el cambio de Gobierno “no es algo impuesto desde fuera, es lo que los iraquíes han decidido que ocurra”.