CARACAS. La decisión de las autoridades venezolanas de cerrar temporalmente la frontera con Colombia para combatir el contrabando ha generado cuestionamientos de los habitantes de la región fronteriza.
“El cierre es muy hermético”, afirma Isidoro Teres, presidente de la Cámara de Industria y Comercio de la localidad fronteriza de Ureña, al relatar que a decenas de personas, que se encontraban a ambos lados de la frontera, se les impidió el paso durante la noche y no pudieron regresar a sus hogares o ir a sus trabajos.
Teres indicó a The Associated Press en entrevista telefónica que horas antes de que se iniciara el cierre se formaron largas filas de vehículos en los alrededores de los puentes fronterizos donde desesperados pobladores trataban de pasar como pudiesen.
“Están actuando contra la frontera”, dijo el empresario al asegurar que se está violentando el derecho a libre tránsito de los pobladores y agregó que el sector empresarial solicitará a las autoridades una revisión de la medida para que se permita el paso de personas a pie y se evite la paralización de un centenar de empresas venezolanas que tienen horarios nocturnos.
Desde las 22 horas y por espacio de unas siete horas, los accesos fronterizos entre Venezuela y Colombia fueron cerrados completamente y no se permitió el paso de personas ni vehículos. La medida se aplicará todas las noches.
“Se optó por la medida más fácil”, dijo a la Agencia AP Edgar Díaz Contreras, gobernador del fronterizo departamento colombiano del Norte de Santander, al criticar la decisión de Venezuela.
Planteó que para combatir al contrabando “necesitamos buscar las causas y los orígenes” y que “hay que buscar mecanismos que no alteren el diario funcionar de los ciudadanos tanto colombianos y venezolanos que utilizan la frontera”.
El jefe del Comando Estratégico Operacional de la fuerza armada venezolana, general en jefe Vladimir Padrino López, anunció la víspera que las autoridades evaluarán en los próximos 30 días el impacto de la medida para considerar posibles nuevas acciones para combatir el contrabando de alimentos y combustible que genera millonarias pérdidas especialmente del lado venezolano.
Padrino López dijo que Venezuela tiene desplegados 17 mil militares en la zona fronteriza para garantizar la seguridad y combatir el contrabando. Venezuela y Colombia comparten una frontera de dos mil 200 kilómetros.
Venezuela tiene la gasolina más barata del mundo, que se vende a cerca de un centavo de dólar por litro, lo que ha favorecido la creación de un mercado negro. La corporación estatal Petróleos de Venezuela S.A. ha calculado que por la vía del contrabando se van cerca de 100 mil barriles diarios de combustible.
Algunos dirigentes empresariales venezolanos consideraron el cierre temporal de la frontera “insuficiente” e indicaron que mientras el diferencial cambiario favorezca a Colombia el contrabando continuará.