LA HABANA. El ex presidente cubano Fidel Castro, retirado del poder desde 2006, cumple hoy 88 años, un aniversario que se celebra en la isla con conciertos y una exposición fotográfica y audiovisual sobre su figura.
Al igual que en años anteriores, varios de esos festejos coinciden con actos por el Día Internacional de la Juventud, como un concierto de la popular banda Buena Fe y otros músicos que tendrá lugar hoy en La Habana y en el que está previsto que los jóvenes canten felicidades a Castro.
También será inaugurada en la capital la exposición fotográfica y audiovisual “Fidel es Fidel”, del realizador cubano Roberto Chile, quien durante años trabajó directamente con Castro filmando y guardando registro de sus diversas actividades.
La muestra incluirá piezas audiovisuales que reflejan “la personalidad infatigable de Fidel”, fotos tomadas en la última década y una escultura de bronce inspirada en una de esas imágenes y creada por el artista cubano Ernesto Rancaño, según medio locales.
Por su parte, el Museo de Cera de Bayamo, único de su tipo en la isla, ha elegido la fecha del cumpleaños de Castro para inaugurar el miércoles una escultura del fallecido escritor colombiano Gabriel García Márquez, atendiendo a la estrecha amistad que durante décadas lo unió al expresidente cubano.
Fidel, quien hace ocho años se vio obligado a delegar la presidencia en su hermano menor Raúl Castro por una enfermedad intestinal, guardó silencio tras la muerte en abril pasado de Gabo, otra pérdida cercana para el anciano líder después de que en 2013 falleciera su amigo y aliado, el presidente venezolano, Hugo Chávez.
Precisamente este 13 de agosto, con el aniversario de Castro debe concluir un programa de actividades que los cubanos denominaron “Si tengo un hermano”, y que arrancó el pasado 28 de julio, fecha en que Chávez hubiera cumplido 60 años, para festejar los aniversarios y la amistad entre ambos líderes.
En ninguno de esos homenajes se ha anunciado la presencia del ex gobernante, quien desde su enfermedad mantiene un bajo perfil con esporádicas apariciones públicas, la última de ellas conocida en enero pasado, cuando acudió a la inauguración de un estudio de arte en La Habana.
A lo largo de este año, Fidel Castro ha recibido en su casa de La Habana numerosas visitas de personalidades como ocurrió en enero cuando, con motivo de la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), se reunió con al menos siete mandatarios y con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
En marzo pasado también recibió al primer ministro de Vietnam, Nguyen Tan Dung, y en julio sostuvo encuentros con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y el de China, Xi Jinping.
A este último, Castro le informó de lo que parece ser una de sus principales ocupaciones en su retiro: sus estudios sobre el cultivo de plantas, como la morera o la moringa, para la alimentación humana y animal y las posibilidades de multiplicar esas producciones.
En las últimas semanas, y tras meses sin publicar, Fidel Castro volvió a aparecer en la prensa cubana (toda oficial) con varios artículos sobre asuntos de actualidad internacional entre ellos el derribo del avión de Malasyan Airlines, del que culpó a Ucrania.
También comentó en otro artículo la reciente cumbre de potencias emergentes BRICS celebrada en Brasil para afirmar que Rusia y China “están llamados” a liderar un “nuevo mundo” para la “supervivencia humana” y subrayar el aporte que esas potencias pueden ofrecer al desarrollo de Latinoamérica.
En el más reciente de sus artículos, publicado el pasado 5 de agosto, Fidel Castro condenó el “holocausto” y “macabro genocidio” que comete Israel contra los palestinos en la Franja de Gaza.
El exgobernante cubano llega a su 88 cumpleaños en un momento en que Cuba sigue inmersa en el plan de reformas impulsado por su hermano, el presidente Raúl Castro (de 83 años), para actualizar el sistema socialista.
Unas reformas que, sin embargo, no acaban de traducirse en una mejora sustancial de la de por sí maltrecha economía nacional, afectada este año por una etapa de “desaceleración”, según ha reconocido el propio gobierno, que ha rebajado la previsión de crecimiento para 2014.