La incidencia en secuestros, y la colindancia con Michoacán y Guerrero son los motivos por los que el gobierno del Estado de México decidió reforzar la seguridad en 12 municipios de la región sur del estado y Valle de Bravo principalmente, municipio donde las autoridades reconocieron un “problema de plagios”.

 

Con siete casos de secuestro en lo que va del año, tres de ellos actualmente bajo investigación, el secretario del Gobierno mexiquense, José Manzur, reconoció que parte del reforzamiento anunciado este lunes se deriva de esa situación en lo que respecta a Valle de Bravo, y en el caso de la zona sur derivado de la alta incidencia delictiva como  consecuencia de la colindancia con las entidades mencionadas.

 

El funcionario detalló, en entrevista radiofónica para MVS, que en la estrategia de seguridad anunciada el lunes por el gobernador del estado, Eruviel Ávila se contempla la instalación de 13 bases de operación mixta, donde trabajarán conjuntamente policías y  militares, y se contempla la duplicación del estado de fuerza de los uniformados durante los próximos dos meses, e incluso luego de ese término si es necesario y así lo requieren los gobierno municipales.

 

“Tenemos por ahí algún problema de secuestros en la zona de valle de bravo que se están atendiendo y que seguramente tendremos resultados muy pronto, hemos tenido siete casos en lo que va del año”, informó.

 

Manzur Quiroga detalló que las nuevas bases mixtas contarán con el trabajo de 37 elementos de la Policía estatal, y 21 efectivos del Ejército en cada base, las cuales, anunció empezaron a operar desde ayer. Reiteró que aunque el plazo es de dos meses para empezar a ver resultados en el combate a la delincuencia, el “apoyo por parte del gobierno estatal era permanente”, subrayó.

 

El funcionario aseguró que de los 556 policías municipales que fueron enviados a capacitarse al centro de adiestramiento de la Sedena en Tlaxcala, sólo regresarán quienes pasen los exámenes de control, confianza y permanencia.