NUEVA YORK. El abogado que representa al principal fondo acreedor que ha llevado ante la justicia de EU al Gobierno argentino dijo que sus representados están “ansiosos” para buscar una solución, aunque aún “no hay ninguna reunión prevista”.

 

“Hasta ahora no hemos oído nada desde la parte argentina que sugiera que (una nueva reunión) vaya a suceder”, dijo en una teleconferencia Robert Cohen, que defiende los intereses del fondo NML, calificado como un “fondo buitre” por Argentina.

 

Luego de que fallaron las negociaciones para lograr una “solución privada” a la disputa por la deuda entre la Argentina y los holdouts y sacar al país sudamericano del “default selectivo”, arreció la guerra de declaraciones entre las partes involucradas.

 

De acuerdo con la prensa argentina, desde hacía unas dos semanas, un grupo de bancos internacionales (Citibank, HSCB, Deutsche Bank y JP Morgan) buscaban un acuerdo con los llamados fondos buitre a fin de adquirir los bonos en poder de los fondos litigantes de Estados Unidos.

 

El objetivo era ganar tiempo hasta 2015 y evitar la presión de la cláusula RUFO (rights upon future offers), que extiende a los acreedores del país sudamericano –que acordaron canjes en 2005 y 2010 con el gobierno- cualquier mejora que se haga en una oferta de pago a los holdouts.

 

Pero no hubo acuerdo entre los bancos internacionales que, según la prensa, buscaban compartir riesgo con empresarios argentinos.

 

Oficialmente, solo la Asociación de Bancos Privados de Capital Argentino (ADEBA) ha hecho una oferta de compra de esta deuda, en lo que se llamó el “fondo patriótico”, pero ha trascendido que varios bancos estadunidenses (Citibank y JP Morgan entre ellos) podrían estar interesados en hacerse de la deuda y negociar nuevas condiciones con el Gobierno de Argentina.

 

Aunque el juez de Nueva York, Thomas Griesa, ha insistido para que las partes se vuelvan a reunir, todavía no se han retomado las negociaciones con el mediador judicial Daniel Pollack.

 

 

Las acusaciones 

 

“La gente de Argentina ya ha pagado un precio muy alto por la arrogancia de sus líderes”, pero si sigue así la situación “lo peor está por llegar”, advirtió en un comunicado el Grupo Aurelius, uno de los fondos de inversión, que lidera junto a NML la demanda contra Argentina por el pago de deuda.

 

“No hay una perspectiva realista de una solución privada”, sentenció Aurelius en su comunicado y agregó “ninguna propuesta que recibimos fue remotamente aceptable”.

 

Pero el Gobierno de Argentina no tardó en reaccionar y calificó de “infundadas e irracionales” las palabras del Grupo Aurelius y criticó que se haya abierto una investigación en Estados Unidos al empresario kirchnerista Lázaro Báez.

 

Báez es un empresario que, según NML, tiene estrechos vínculos con la presidenta argentina, Cristina Fernández, como los tenía con su esposo, el fallecido Néstor Kirchner, que también fue jefe del Estado (2003-2007).

 

La pesquisa, a la que dio curso un juez de Nevada el pasado lunes, afecta a 123 sociedades radicadas en ese estado que, según las denuncias de NML, pudieron haber servido para “lavar” unos 65 millones de dólares en supuesto beneficio de Cristina Fernández y de Néstor Kirchner.