BERLIN. La reunión en Berlín entre los ministros de Exteriores de Ucrania y Rusia, Pavlo Klimkin y Serguéi Lavrov, ensombrecida desde el primer momento por el pesimismo y la creciente violencia, concluyó esta madrugada sin acuerdos.

 

Así lo reconoció tras cinco horas de conversaciones el anfitrión, el ministro de Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, que sólo admitió “consenso en algunos puntos”, y avanzó que en las próximas 48 horas espera que las partes discutan lo hablado con sus jefes de gobierno y “prosigan las conversaciones”.

 

Poco después de abandonar la negociación, Klimkin aseguró a través de la red social twitter que hay que reunirse cinco horas “muchas veces” para lograr resultados, mientras que en medios rusos se apuntaba una rueda de prensa de Lavrov mañana por la mañana en Berlín.

 

El jefe de la diplomacia alemana, que significativamente compareció en solitario ante los medios antes y después de la reunión, había destacado una cierta “disposición al diálogo” antes del encuentro, pese a que se mostró pesimista tras una semana de desencuentros, reproches mutuos y repunte de la violencia.

 

“No hay ninguna garantía” de que Rusia y Ucrania lleguen a algún acuerdo en Berlín, reconoció el ministro, tras una jornada en la que los separatistas han derribado un caza y decenas de personas han muerto en enfrentamiento armados.

 

Hoy, un mes después de que los insurgentes del este de Ucrania derribasen un avión de pasajeros y matasen a sus casi 300 ocupantes, los primeros camiones del convoy ruso con alimentos y medicinas llegaron a la frontera pero no contaban con la autorización para cruzarla.

 

Steinmeier bosquejó un sombrío panorama al agregar que la situación sigue siendo “difícil” y puede empeorar, que el este de Ucrania está “aún lejos de un alto el fuego”, que los civiles están en una situación de “necesidad”, que las negociaciones son “complejas” y que ambos lados están quebrando sus promesas de forma sistemática.

 

El verdadero drama es que todos los acuerdos anteriores entre las dos partes no han sido cumplidos“, afirmó antes de su encuentro con Lavrov, Klimkin y el titular de Exteriores francés, Laurent Fabius, que ejerció asimismo como mediador.
La agenda del encuentro de Berlín abarca desde puntos concretos inmediatos, como lograr que el convoy de ayuda humanitaria enviado por Moscú al este de Ucrania logre ‘luz verde’ de Kiev para atravesar la frontera, a objetivos de pacificación de la región a largo plazo.

 

“Sería bueno” que el convoy ruso con 262 camiones cargados de alimentos y medicinas pudiese cruzar la frontera y que iniciativas similares “de otros países” lograsen también llegar “allí donde son necesarios” para paliar las dificultades que padece la población civil del este de Ucrania, aseguró.

 

No obstante, reconoció que tras las “complejas negociaciones” de los últimos días sobre el convoy aún no hay una solución.

 

Además, Steinmeier subrayó que en este encuentro deberían darse “pasos” hacia una “solución política” que sea “duradera”, “realista”, “sostenible” y “factible” para ambas partes.

 

“Necesitamos una solución duradera y vamos a intentar esta tarde dar pasos en este sentido”, aseguró el ministro, que se mostró a favor de las negociaciones a pesar de la violencia continua.

 

En un comunicado previo Steinmeier señaló que “se trata sobre todo de (trazar) una hoja de ruta para un alto el fuego sostenible y un marco para un control fronterizo efectivo”.

 

“No debemos abandonar la búsqueda de salidas políticas a la crisis de Ucrania. Necesitamos ahora de forma urgente un nuevo impulso político. Si no corremos el peligro de llegar a una situación en la que volvamos a dar pasos para atrás y de nuevo agudizar la espiral de la violencia”, argumenta la nota.

 

Sin embargo, apuntó en su comparecencia el ministro alemán, “en cualquier caso debemos evitar una confrontación directa de fuerzas rusas y ucranianas”.

 

En el aspecto del control fronterizo incidió también Steinmeier en su declaración, al lamentar que a través de la frontera común entre Rusia y Ucrania sigan colándose material militar y mercenarios para ayudar a los separatistas prorrusos, un reproche habitual de Berlín a Moscú que hasta ahora no ha sido atendido.

 

Alemania ha tratado desde que estalló la crisis ucraniana de mediar entre Kiev y Moscú, con reuniones, propuestas y llamadas telefónicas de la canciller Angela Merkel, aunque hasta el momento estas iniciativas han tenido escaso éxito.

 

MG