A dos meses de que arranque el proceso electoral de 2015, el estado de Campeche aparece como una de las entidades donde puede haber sorpresas. La primera es que el amigo del presidente Enrique Peña Nieto, el diputado federal Alejandro Moreno Cárdenas, a quien muchos veían como seguro candidato del PRI a la gubernatura, ya se cayó de esa posibilidad. Una investigación ordenada desde Los Pinos arrojó que Alito, como se conoce al diputado priista, no resistiría una campaña por su vinculación con negocios en el estado, pero sobre todo porque aparece mencionado e involucrado en el caso de Oceanografía.
Esos hechos que colocan a Moreno Cárdenas como “altamente vulnerable”, según la valoración ordenada desde la Presidencia, harían que el primer mandatario retirara su apoyo al proyecto del diputado, a pesar de que éste aún recorre el estado haciendo proselitismo y diciendo que “quiere ser gobernador”, como lo hizo ayer en la colonia Cuatro Vientos de la ciudad de Campeche, donde gestionó apoyos y reiteró sus aspiraciones políticas. Alguien debía decirle a Alito que sin el apoyo de su amigo de Los Pinos y con lo que ahora tienen documentado sobre él, su candidatura se ve más que imposible.
La caída del amigo de Peña Nieto reacomoda todo el panorama electoral en Campeche. En el PRI surge una nueva carta que están valorando a nivel federal, sobre todo a partir de la importancia que tendrán las candidaturas de género: la alcaldesa de Campeche, Ana Martha Escalante, aparece como una aspirante bien calificada en las encuestas y que podría tener el apoyo de las cúpulas priistas por representar un proyecto más cercano a la ciudadanía. Escalante requeriría sin embargo el apoyo de otros priistas locales que también aspiran a la candidatura.
Uno de esos aspirantes es el comisionado nacional Antisecuestros, Renato Sales Heredia, quien en declaraciones a la prensa local no ha negado tener interés en la candidatura priista, aunque afirma que esperará a los tiempos que defina el PRI. Otra mujer priista, la senadora Aracely Escalante, también aparece en la lista de campechanos que buscarían ser candidatos, al igual que su compañero de bancada Raúl Pozos García, aunque ambos aparecen detrás de la alcaldesa de Campeche en las encuestas.
El problema para el PRI es que si no logran una candidatura de unidad, el PAN tiene también un aspirante fuerte: el senador Jorge Luis Lavalle, quien con el discurso de que “Campeche necesita un cambio” ha logrado posicionarse en las encuestas y aparece ya como una opción competitiva que podría, por primera vez, amenazar el dominio histórico del priismo en el estado.
Lavalle no sólo tiene un perfil joven y atractivo para el electorado, sino que ya demostró su capacidad en la elección para el Senado, donde obtuvo la mayor votación que haya logrado jamás el PAN en la entidad. A pesar de provenir de una familia de priistas, este joven político ha logrado posicionarse frente al panismo campechano y el papel protagónico que ha tenido como senador lo coloca como un aspirante serio a la gubernatura.
En el PAN también aparece como aspirante el ex alcalde de Campeche, Carlos Rosado Ruelas, de quien se dice, también estaría en pláticas con el PRD para ser postulado por ese partido, mientras que Layda Sansores, la senadora, es casi segura candidata de MORENA a la gubernatura del estado.
Al final, en tierras campechanas las elecciones de 2015 pasarán por el tamiz del escándalo de Oceanografía que, además de la estela de corrupción y desempleo en el estado, ya dejó una primera víctima al frustrar la candidatura del diputado Alejandro Moreno Cárdenas, a quien ni su amistad y cercanía con el Presidente le valdrán para librar el obstáculo de sus vínculos con la mayor empresa contratista de Pemex hoy investigada por corrupción y fraude.
NOTAS INDISCRETAS… El nuevo coordinador del PAN en el senado, José Isabel Trejo, se estrenó ayer con su primer declaración tronante: “una vez aprobadas las reformas el presidente Peña Nieto debería considerar ahora levantar la veda a las leyes fiscales en 2015 porque está probado que las actuales leyes fiscales han contribuido a la caída de la economía”.
Es decir, que el Chabelo, como le llaman al nuevo líder panista en San Lázaro, le dio su primer golpe al secretario de Hacienda, Luis Videgaray, que fue quien le vendió al presidente un supuesto “Acuerdo de Certidumbre Tributaria” con el cual el gobierno se comprometía a no modificar las leyes fiscales en lo que resta del sexenio. El problema, dice el panista Trejo, es que son precisamente esas leyes las que están ahorcando a la economía, y si Peña quiere ver rápidos resultados de sus reformas, como la energética y de telecomunicaciones, deberá desoír a Videgaray y hacer una nueva reforma fiscal porque de otro modo, advirtió Trejo, las inversiones no llegarán como se esperan. ¿Así o más claro?… Los dados mandan Serpiente. Mal comienza la semana.