BAGDAD/MOSUL. Las fuerzas kurdas, con apoyo aéreo de EU, recuperaron las ciudades cristianas de Batnaya y Telesqof, en la provincia septentrional iraquí de Nínive, dentro de su ofensiva contra los yihadistas para volver a tomar el control de la presa de Mosul, en el norte del país.

 

Las fuerzas aéreas estadunidenses bombardearon además diferentes grupos, sedes y posiciones del grupo radical Estado Islámico (EI) en la zona de Telquif, dijo a la Agencia EFE el presidente de la Comisión de Seguridad del Consejo Provincial de Nínive, Mohamed Ibrahim al Bayati.

 

Estos movimientos prosiguen la ofensiva que iniciaron el sábado las fuerzas kurdas, en colaboración con la aviación de EU, en dirección a la presa de Mosul, bajo control yihadista.

 

“La importancia estratégica de estos nuevos avances es que constituyen un paso importante hacia la recuperación de la presa de Mosul”, dijo el vocero de las tropas kurdas (“peshmergas”), Helgurd Hikmet, que añadió que “las batallas continúan y están a punto de recuperarla”.

 

En ese sentido, Al Bayati añadió que EU atacó también el proyecto hídrico de Telquif, próximo a la zona de Al Sada y Bauiza, donde provocó importantes bajas entre los yihadistas.

 

Por su parte, el Mando Central de EU informó en un comunicado de que fuerzas militares estadunidenses realizaron 14 ataques contra el EI en esta zona con el objetivo de recuperar la instalación hidráulica.

 

Esos 14 ataques provocaron daños a diez vehículos armados del EI, siete todo terrenos de gran tamaño, dos transportes blindados de personal y un puesto de control del EI, añade la nota.

 

Por otra parte, una fuente médica del Departamento Médico Forense de Nínive cifró en 26 los cadáveres de los yihadistas que recibió y en 17 los heridos, algunos de ellos graves, que acudieron al Hospital Republicano de Emergencia de la provincia.

 

La presa de Mosul es una de las principales reservas estratégicas de agua de Irak, con una capacidad de varios millones de metros cúbicos y está localizada 23 kilómetros al suroeste de la ciudad de Dohuk, en la región del Kurdistán.

 

Además, otros 12 miembros del EI fueron abatidos por las fuerzas de seguridad iraquíes, apoyadas por combatientes tribales, en la provincia de Saladino, al sur de Nínive y al norte de Bagdad.

 

Una fuente de seguridad informó que los fallecidos cayeron en enfrentamientos entre ambos bandos en la localidad de Al Daluaya, unos 80 kilómetros al norte de Bagdad.

 

También precisó que los yihadistas acabaron con la vida de un ex oficial del ejército iraquí y un funcionario local en la población de Yalaula, 70 kilómetros al norte de Baquba, capital de la provincia de Diyala, al noreste de Bagdad.

 

El avance “peshmerga” con apoyo estadunidense en el norte de Irak es un paso clave para la recuperación de los territorios perdidos ocupados por el Estado Islámico, que el pasado 10 de junio se hizo con el control de Mosul, la segunda ciudad más importante del país y capital de la provincia septentrional de Nínive.

 

“Actualmente, para nosotros, el objetivo es echar al EI de los territorios que ocuparon últimamente, pero el liderazgo político será quien determine los objetivos generales de la operación”, señaló Hikmet.

 

Por liderazgo político Hikmet hace referencia al acuerdo entre el Gobierno de Bagdad, el Ejecutivo de la región autónoma del Kurdistán y las fuerzas estadounidenses, mientras que limita la actuación de los “peshmergas” a las localidades limítrofes con el Kurdistán iraquí.

 

Precisamente, ese liderazgo político parece haber salido de una encrucijada después de la renuncia a su puesto el pasado jueves del primer ministro saliente Nuri al Maliki, que dejó así vía libre al nuevo jefe de Gobierno designado, Haidar al Abadi.

 

En ese sentido, los líderes políticos kurdos reanudaron en las últimas horas las negociaciones para su participación en el próximo Gobierno iraquí, según informó la televisión kurda Rudaw.