BUENOS AIRES. El incremento del dólar que se vende en un mercado paralelo e ilegal en Argentina desató un clima de incertidumbre porque esta semana podría superar el precio récord de 13.22 pesos que alcanzó el viernes.
Los operadores acordaron desde el fin de semana que abrirán a un valor de 13.27 pesos, ya que este lunes no hubo transacciones debido a que es feriado.
El precio oscilará de acuerdo con las medidas que tome el gobierno, aunque el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, ya advirtió que no interferirá en ese mercado por ser ilegal.
“¿Qué puede hacer el Estado en un mercado marginal? Es lo mismo que el Estado pretenda intervenir en el mercado de estupefacientes, es lo mismo que lograr establecer un mecanismo para inducir la cotización del gramo de la cocaína”, afirmó.
Sin embargo, la presión del dólar paralelo aumenta la tensión del mercado cambiario pese a la resistencia del gobierno a devaluar y a mantener un precio de 8.33 pesos en bancos y casas de cambio.
La tendencia
El problema es que la brecha entre la divisa legal e ilegal ya roza 60%, lo que genera desequilibrios en las finanzas de los ahorristas, de los argentinos que viajan y necesitan dólares, y de quienes quieren adquirir propiedades, ya que aquí se tasan en dólares.
La tendencia alcista se intensificó en medio de la inestabilidad que sufre el mercado cambiario del país por el impacto del confuso “default” o cesación de pagos de la deuda que se achaca a Argentina pese a que depositó los vencimientos del pago de la deuda.
Esos recursos no han podido ser acreditados a los bonistas porque el juez estadunidense Thomas Griesa decidió congelarlos mientras Argentina no arregle su deuda a los fondos buitre (especuladores) que han rechazado toda oferta de pago.
Los argentinos mantienen una fuerte dependencia sicológica con el dólar, debido a las frecuentes crisis económicas sufridas desde la recuperación de la democracia (1983), por lo que suelen ahorrar en esta divisa y desconfiar por completo de la moneda nacional.
Por eso, bastó que el gobierno restringiera a fines de 2011 la adquisición de dólares para que el mercado “blue” se fortaleciera y ampliara poco la brecha con el dólar legal.