A más de cuatro meses de que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) presentó los resultados del Censo de Escuelas, Maestros y Alumnos de Educación Básica y Especial (CEMABE), sólo 16% de la información recabada en más de 270 mil 600 escuelas y centros de trabajo se ha hecho pública.
En septiembre de 2013, la Secretaría de Educación Pública (SEP) anunció este censo nacional cuyo objetivo era obtener datos que sirvieran de base para la creación del Sistema de Información y Gestión Educativa. El 31 de marzo pasado, ambas dependencias entregaron los resultados de la encuesta que costó 724 millones de pesos, de los cuales hoy en días sólo 64 de 410 datos levantados son públicos, reveló el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).
Pese a que diversas organizaciones civiles y el propio Congreso de la Unión han solicitado los resultados del estudio, la SEP y el INEGI mantiene en resguardo la mayor parte de la información, aludiendo incluso a la protección de datos personales, no obstante que sólo 5% de la información recabada es considerada como datos personales, señaló Juan Pardinas, director del Imco, en la presentación del reporte “La pedagogía de la transparencia: Desafíos de la opacidad en la educación pública en México”.
El CEMABE se realizó entre septiembre y noviembre del año pasado, encontrando algunos problemas para su levantamiento en Chiapas, Oaxaca y Michoacán, donde maestros disidentes en aproximadamente cuatro de cada 10 escuelas, se negaron a responder a las preguntas del INEGI a manera de protesta contra la reforma educativa.
El Imco advirtió también sobre la opacidad que existe en los estados respecto al uso de los recursos del Fondo de Aportaciones para la Educación Básica y Normal (FAEB), que la Federación entrega a las secretarías de educación estatales cada año y cuyo monto ronda los 300 mil millones de pesos, de los cuales 90% se destina al pago de nóminas.
De acuerdo con el reporte, solo 12% de la información de nóminas estatales, que debe entregarse a la SEP trimestralmente fue proporcionada en tiempo y forma, el resto no se entregó o se hizo pero tarde o incompleto.
Pardinas concluyó que la SEP desconoce cuánto se le paga a los maestros en las escuelas estatales, lo que significará un problema para la dependencia el próximo año cuando tenga la tarea de centralizar las nóminas magisteriales del país al sustituir el FAEB por el Fondo de Aportaciones de Nómina Educativa y Gasto Operativo (FONE).