Las opiniones de celebridades complican la vida de muchos líderes y, en otro tema, un mundo que abarca desde la política al entretemiento: Luxurylab-Abelardo Mardondes
Mire, querido lector (a), si el gran actor Marlon Brando (a quien entrevisté cuando vino a México, gracias a Francisco Rivero-Lake, en un despacho del entonces Banco Cinematográfico) se hubiera negado a recoger un Oscar de la Academia en su última edición (“y no en la de 1973, cuando protestó -porque así lo sintió- por el tratamiento a los indios nativos de Estados Unidos en el cine”), con seguridad su ausencia se hubiera convertido en fenómeno viral.
Pero ese año internet aún era un embrión y no existían miles de webs que repitieran el mensaje, como sucedió hace unos días con las declaraciones de los artistas españoles Javier Bardem y Penélope Cruz acerca de la última ofensiva israelí sobre Gaza. Este es un tema delicado y la gente tendría que estudiar e investigar sobre la realidad de este conflicto que a todos preocupa.
Esta célebre pareja mundial (ganadora del Oscar de la Academia) firmó -lamentablemente- un manifiesto contra “el genocidio que está perpetrando el Ejército de ocupación israelí en la Franja de Gaza”, pero no hablan de las decenas de túneles que construyeron los antisemitas para atacar a Israel y el envío de cientos de misiles. Y claro, la polémica estalló. En Estados Unidos fueron acusados de antisemitismo.
El controvertido actor y padre de Angelina Jolie, Jon Voight, los llamó ¡ignorantes! y un programa de la Cadena Fox calificó a Penélope Cruz como “la tonta de la semana”. Después intentaron matizarlo y explicaron que sólo deseaban la paz y no sentían odio hacia ningún bando (esto está bien, pero no saben que los radicales de Hamas quieren acabar con Israel, situación que no sucederá jamás si nos atenemos a lo que dice el libro del Apocalipsis del Nuevo Testamento).
Pero el desastre comunicativo ya se había generado. Por supuesto, no son los primeros en hacer declaraciones al margen de su profesión que levantan apasionadas polémicas y no serán los últimos… En otro tema, el empresario brasileño Abelardo Marcondes, CEO de LuxuryLab, comentó a 24 HORAS: “Ahora, nuevamente tuvimos mucho éxito al presentar nuestro foro de inteligencia del mercado de lujo donde se reúnen ponentes de talla internacional para hablar acerca de las distintas necesidades que existen hoy en dicho sector”.
En la pasada edición que tuvo lugar en St. Regis-México, el tema que caló fuerte fue el de High Neth Worth Individuals o mejor conocido como Individuos de alto valor neto, como celebridades que disponen de más de un millón de activos susceptibles de inversión. Ejemplo: Carlos Slim, Bill Gates, Warren Buffet, Amancio Ortega, etcétera. Cabe mencionar que Marcondes también es uno de los baluartes del feudo culinario Rubaiyat, ubicado en Masaryk (Polanco). Y hasta la próxima, ¡abur!
Los mejores restaurantes
Klein’s
Es el restaurante más antiguo de Polanco. Su historia surgió y se desarrolló en Hungría, Nueva York y México, y el menú tuvo orígenes poblanos (Andrea Báez participó en la idea). Son cinco décadas de trabajar con creaciones gastronómicas que han resultado muy interesantes a lo largo de estos años. Si la mente imagina situaciones, los recuerdos de Klein´s se agrandan por ser un restaurante clásico que goza de gran prestigio. Edgard Klein Burns, fundador del concepto, aplicó muy bien la estrategia de la calidad y el servicio que es como la firma de la casa: “El mejor lugar para desayunar y cenar en México”.
Desde una hamburguesa, hot dogs y las tradicionales malteadas, hasta cecina adobada, filete de res encebollado, mole y gran variedad de platillos que han disfrutado personajes como Federico de la Madrid, Cecilia Occeli, Christian Bach, Humberto Zurita, Mariana Ochoa, Kalimba, Alejandra Guzmán, Joan Sebastián, Lolita Ayala, Sara Maldonado, entre otros.
Aquí se pierde el mal humor al existir la oportunidad de que el comensal sea parte de la creación de su propio platillo, los ingredientes están disponibles. Me parece que es la mejor cocina cercana al hogar de cualquiera; algunos comentan que “no hay nada más difícil que vivir sin Klein´s”. Ahora, Eduardo Klein toma la batuta, por lo que ya está organizando el próximo aniversario para seguir con la tradición de mantener la fidelidad de los comensales. Aquí los clientes son amigos y son atendidos por Polo. Costo promedio por comensal 150 a 250 pesos. Ubicación: Masaryk No. 360, Polanco. 52810862. Y hasta la próxima, ¡abur!
Los mejores restaurantes y resorts del mundo
Milan: centro financiero del mundo
Una vez más tengo la oportunidad de estar en esta magnífica ciudad de Milán, Italia, el centro comercial y financiero del mundo. A este sitio le llaman el cuarto motor de la economía de Europa o la capital económica e industrial italiana. La modernidad está presente y se admira al caminar por sus principales avenidas, con todas las características y cualidades que muestra una gran metrópoli, como el distinguido rascacielos Pirelli, el Palazzo Lombarda o algunos edificios de cristal-metal de los consorcios más importantes.
La parte histórica de Milán indica que ésta fue fundada por los celtas de la zona norte italiana por el año 600 a.C. y tiempo después fue conquistada por los romanos, aproximadamente en el año 222 a.C., quienes le dieron por nombre Mediolanum. A partir de entonces, los habitantes empiezan a vivir el desarrollo económico milanés al verse favorecidos por las vías de comunicación en la zona.
El crecimiento a lo largo del tiempo es tal que actualmente Milán es el distrito económico y la capital financiera de Italia, movimiento económico que se divide entre las finanzas, la moda, lo editorial y la industria. Además que aquí se ubica la sede de la Bolsa de Milán, la cual es administrada por Borsa Italiana, el centro financiero de enorme atracción para las multinacionales. Asimismo, hago mención de la feria comercial más importante como lo es la Feria de Milán.
Hay una construcción que duró más de cinco siglos, es la Catedral Domus Dei de estilo gótico y una fachada neogótica. Es una obra que se inició en 1387 dirigida por Simona da Orsenigo. A un costado de la catedral esta la galería Víctor Manuel II, que se reconoce por las grandes bóvedas de vidrio en forma de cruz latina donde se ubican algunos de los cafés y comercios más reconocidos.
La galería fue un proyecto de Giuseppe Mengoni durante la segunda mitad del siglo XIX. Hay tiempo para continuar un recorrido cultural y pasar por el Teatro alla Scala, el cual es el más grande de la ópera del mundo y que ha sido escenario memorable de Giuseppe Verdi, Giacomo Puccini y Gioacchino Rossini, entre otros.
FINANZAS
Las creencias monetarias en el arte ruso de Anton Belov
Anton Belov, posiblemente uno de los mecenas más respetados del arte ruso y director de Garage (el museo de arte contemporáneo más influyente de la capital rusa), profundiza y señala que la creencia popular es que Rusia es uno de los actores ad-hoc en el mercado del arte contemporáneo, pero la verdad “es que mis compatriotas que acuden a las grandes ferias o adquieren obras de renombre por medio mundo, no viven en Rusia ni tienen ninguna incidencia en la escena artística local”. Por ende, Garage es una de las instituciones de arte llamadas a guiar el renacer de un sector que desde 2008 “no pasaba por una buena época”.
Me acuerdo cuando Garage, nacida hace un lustro aproximadamente bajo el mecenazgo de un billonario como Roman Abramovich (uno de los hombres más acaudalados de Rusia y del mundo, además presidente del club Chelsea de futbol y famoso coleccionista de arte), era ya un punto de encuentro para artistas que llegaban a Moscú de toda Rusia y un público joven, algo desconcertante en lo que se conoce como la actual coyuntura (y con el peso específico de los gigantescos museos de la capital rusa, muchos de los cuales no se encuentran en óptimas condiciones) y que usted -viajero constante- puede constatar en la alborotada cafetería del centro y un diseño de las instalaciones más cercanas al MOMA neoyorquino o a la Tate de Londres o a los museos franceses, italianos y españoles de prestigio, que a los anacrónicos edificios que ejercen de recipiente para los maestros rusos de todas las eras. Y hasta la próxima, ¡abur!