No hay nada más tierno (o de mal gusto, hay ambos polos) que ver las fotos que Vogue tomó de la boda de Kanye West y Kim Kardashian. ¿Qué pasaría si a la icónica portada le añadiéramos dos hombres más, uno al lado de ella y el otro mordiendo el dedo de Yeezus. La escena se vuelve ungangbang de locura.
Ahora, reconstruyamos uno de los rostros más solicitados de las pasarelas y las revistas fashionistas, el de Cara Delevingne. En esta versión vemos a la modelo levantarse la camiseta para enseñar sus pechos… masculinos. Esto es lo que hace el estadounidense Kalen Hollomon, quien recorta y pega retratos de la personalidades de la moda y el espectáculo y los deconstruye (es una especie de perverso e hipersexualizado Guy Debord) a diestra y siniestra.
Así, pasamos por un conjunto de imágenes que juegan con la sexualidad de actores, cantantes y modelos (Justin Bieber sale a un lado de dos machos con actitud amenazadora y Charlotte Gainsbourg nos recuerda a alguna de sus escenas de Ninfomanía) y donde la identidad de género es cambiada (Rihanna luce como toda una she-male).