GAZA. Aviones de combate israelíes mataron a diez personas, entre ellas un niño, en bombardeos sobre diversas viviendas en el norte y el centro de Gaza. Los ataques coincidieron con nuevos rumores sobre la posibilidad de que las distintas milicias pudieran aceptar la nueva propuesta de alto el fuego con la que Egipto pretende atraer de nuevo a palestinos e israelíes a la mesa de negociación.
Fuentes palestinas explicaron a Efe que esta nueva propuesta incluiría la apertura inmediata del paso fronterizo de Rafah, que Egipto mantiene sellado desde hace meses, y pospondría otros asuntos que hasta la fecha han bloqueado el acuerdo.
Desde que el pasado julio estallara el conflicto, las milicias palestinas, dirigidas por el movimiento islamista Hamás, han exigido el levantamiento del bloqueo económico y el asedio militar que desde 2007 estrangula Gaza.
Israel asegura, por su parte, que no pondrá fin a sus bombardeos hasta que consiga lo que denomina sus “objetivos de seguridad”, en particular el fin del lanzamiento de los cohetes que han caído en su territorio durante los cerca de 50 días de conflicto.
Este domingo, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, volvió a reiterar la idea y advirtió a la población israelí de que la operación podría prolongarse más allá del inicio del curso escolar, previsto para principios de septiembre.
En este ambiente, palestinos e israelíes continuaron este lunes con el intercambio de cohetes y misiles, en una jornada en la que murieron al menos una decena de palestinos en ataques directos de la aviación israelí.
Según fuentes oficiales palestinos, dos personas perecieron ayer a causa de las heridas sufridas en ataques israelíes previos.
Asimismo, una madre y su hijo perdieron la vida de madrugada en un ataque contra la localidad septentrional de Beit Lahia, mientras que cinco miembros de una misma familia perecieron en un ataque similar sobre su casa en Radad Tamboura, en la misma zona.
Además, otras tres personas murieron al ser alcanzado un coche que circulaba por el centro de la ciudad de Gaza, un ataque en el otras siete personas resultaron heridas de gravedad.
Los aviones de guerra israelíes también bombardearon ayer diversas viviendas en la ciudad de Rafah, donde causaron dos heridos en un ataque contra un edificio cercano a la terminal fronteriza con Egipto.
El Ejército israelí aseguró, por su parte, haber alcanzado una lanzadera de cohetes situada en una escuela de Gaza.
Con estas nuevas muertes, asciende a dos mil 120 la cifra oficial de víctimas mortales palestinas durante el conflicto, en su gran mayoría civiles y una cuarta parte de ellos niños.
En el conflicto también han perecido 64 soldados israelíes en combates con milicias palestinas, y dos civiles israelíes -uno de ellos un niño-, un beduino y un trabajador asiático, estos últimos alcanzados por proyectiles disparados desde Gaza.
La prolongación de los ataques -que duran ya casi dos meses- y el incesante lanzamiento de cohetes desde la Franja -cerca de un centenar este lunes- han hecho que alrededor de 400 familias israelíes que viven cerca de la frontera con Gaza hayan pedido al Gobierno ser evacuadas.
Según el diario progresista “Haaretz”, el Ejecutivo israelí trabaja ya en la búsqueda de soluciones para estas personas a través de la Autoridad Nacional de Gestión de Emergencias del Ministerio de Defensa, para que no dependan de ONG o donaciones privadas, como ocurría al inicio de la ofensiva.
Los interesados han señalado que no se trata de una evacuación permanente sino de encontrar un lugar lejos del perímetro en el que con frecuencia se registran impactos de cohetes lanzados por milicias palestinas desde la Franja, precisa el diario.
Al parecer, los residentes presionaron a las autoridades locales, alegando que durante más de un mes habían tenido que manejar la situación por sí mismos, logrando finalmente que el Gobierno decidiera liderar la gestión.
El rotativo explicó, asimismo, que en la actualidad tan solo 30% de los residentes de la zona permanecen en el área, porcentaje que aumenta hasta 80% en las zonas fuera del alcance de los morteros.