BOGOTÁ. Las cosas se complican para Álvaro Uribe. El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, pidió a las autoridades una investigación a fondo sobre las denuncias del pirata informático Andrés Sepúlveda, que acusó al opositor partido Centro Democrático, liderado por el ex presidente y senador Uribe, de ser el responsable de una trama de espionaje incluso contra el propio mandatario.
“Esto es supremamente delicado y todas las autoridades deben estar ahí muy pendientes de que esto llegue al fondo de esta situación para bien de nuestra democracia, para bien de nuestro estado de derecho”, manifestó Santos en una entrevista de la propia Presidencia.
Santos dijo haber sentido “escalofrío” al enterarse del contenido de una entrevista publicada en su último número por la revista Semana con Sepúlveda, quien está en detenido por su implicación en el caso.
El mandatario calificó, además, de “escandalosos” los detalles revelados por Sepúlveda.
“Yo leí eso y me preocupó mucho, me pareció escandaloso, y lo que a uno le dice eso es que lo que ahí existía y existe es una empresa criminal, una empresa para delinquir”, expresó Santos al programa Agenda Colombia.
Agregó que como presidente de la república y como Jefe de Estado lo que quiere “es que se llegue al fondo de esta situación”, y dijo que la denuncia de Sepúlveda contra el Centro Democrático de Uribe, su más severo opositor, “en un estado de derecho, en una democracia como la nuestra, eso es muy peligroso”.
Por su parte, el expresidente Álvaro Uribe, descalificó a través de su cuenta de Twitter los señalamientos de Sepúlveda y aseguró que “se inventaron el hacker (pirata) para tapar el dinero del narcotráfico a los asesores políticos de Santos y a su campaña”.
El escándalo se remonta a mayo pasado en plena campaña electoral cuando se descubrió una oficina desde la que, según la Fiscalía, Sepúlveda espiaba a los negociadores de paz del gobierno colombiano y a otros políticos, como parte de la campaña presidencial de Óscar Iván Zuluaga, candidato del Centro Democrático.
En la entrevista con Semana, Sepúlveda asegura que la orden, desde la campaña del Centro Democrático, era atacar todo lo que no fuera compatible con las ideas del uribismo.